“Pese ser un derecho fundamental, el acceso a la justicia es un privilegio; pero hay que abrir camino y brecha”, manifiesta le magistrade Jesús Ociel Baena
SLP.- Pese que las cuotas arcoiris son acciones afirmativas, su llegada a la legislación electoral mexicana fue tardía.
Cabe señalar que en el ámbito federal, se obtuvieron cuatro espacios -de los que solamente uno es una auténtica representación LGBTIQ+ y el resto usurpaciones-.
Lo anterior fue declarado por le magistrade no binarie del Tribunal Electoral de Aguascalientes, Dre. Jesús Ociel Baena Saucedo.
Ello cambiaría porque el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ordenó que las cuotas se hagan públicas desde el inicio.
La agenda de quienes ocupan los cargos de representación -pronunció- debe enfocarse en el sector. Ello en medio de un entorno en el que claramente voluntad política ha faltado, porque para los partidos, estos temas no son rentables.
En tanto, manifestó que las candidaturas independientes suelen resultar inviables -no obstante, podrían dar visibilidad a la población LGBTIQ+-.
Baena Saucedo pronunció que nos encontramos en un México de primeras veces; lo cual no representa avance.
El único documento que puede tramitarse sin mayor problema en el país es la credencial de elector; pero emana de una lucha de muchos años.
A la par, se refirió al concepto soft law o bien las instituciones, cuya atribución deja en el escarnio público la evidencia del incumplimiento o violación de derechos fundamentales.
Otro aspecto que resaltó es la vinculación entre el poder adquisitivo y el acceso a mecanismos o instrumentos como el litigio estratégico.
Le magistrade puntualizó que la sociedad no es estática.
Por: Paulina Rodríguez