A educarse y ver más allá del estereotipo de feminismo llamó la politóloga Denise Dresser en SLP
SLP.- Dejar de ser las piedras en el zapato para las mujeres y quitarles el pie del cuello; ser para ellas un trampolín y no el yugo -sin sabotajes ni micromachismos-, fue lo que la politóloga, Denisse Dresser pronunció en la capital potosina, en el marco del Día Internacional de la Mujer.
Durante su conferencia “Mujeres de arena, Mujeres de acero: Géneros y Violencia”, impulsada desde el Ayuntamiento de San Luis Potosí, relató la también escritora cómo llegó a pensar que era cuestión de tiempo que mujeres ocuparan espacios en la academia, los medios, la ciencia y empresas -sin que así sea-.
Con base en la Encuesta Nacional sobre Discriminación, recordó que uno de cada cinco hombres consideran natural que a las mujeres se prohíban más cosas que a ellos.
Y cómo ser sexista, misógino y violento aún se vale en este país -más cuando se sabe que se participa en las marchas por los derechos-.
Expuso cómo las mujeres son víctimas de mansplaining. Es decir, los hombres explican lo que supuestamente padecen o no; como si las mujeres carecieran de palabras legítimas para referir su propia experiencia.
Explicó que hay situaciones que llevan a que muchos sientan que tienen el derecho de ganar a una mujer, dominarle… castigarle.
La también escritora, pronunció que se le ha fallado a las mujeres y día a día, jóvenes desaparecen, pero la sociedad todavía les culpa.
Ahondó en cómo la causa de cualquier mujer es de todas.
Así, hizo una solicitud a las mujeres: educarse.
Incluso aunque ello no garantice que algunas personas dejeb resistan a reconocer la inteligencia, aptitud o capacidades.
Denise Dresser, asimismo activista, profundizó en la importancia de ser feminista en este tiempo.
Aprovechó para exhortar a las mujeres a ocuparse de sus finanzas y tener sus cuentas de banco.
Posteriormente precisó que hay que ver más allá del estereotipo… cuando de feminismo se habla.
Al cierre de la conferencia, Denise Dresser puntualizó que la transformación real de México debe ser feminista o no será transformación.
Por: Paulina Rodríguez