Habitantes de la Colonia Cactus sufren más de un año sin agua potable en sus casas.
SLP.- La señora María de los Ángeles López de Zarur, quien vive en el Andador Desierto de Arabia, esto en la Colonia Cactus, sufre los estragos, como muchos otros ciudadanos, por la falta de agua potable, quien asegura tiene más de un año con esta situación.
Señala que se tiene que levantar a las tres de la mañana para poner a llenar unos recipientes con agua, eso sí tiene suerte, ya que la poco agua que llega no llega con presión, y tiene que subir a la azotea para vaciar la poca agua del tinaco, y al ser de la tercera edad, ya le es complicado.
La señora María hizo un llamado a las autoridades para que actúen para resolver esta problemática.
“Soy una persona mayor, pero ustedes constataran que batallamos mucho con el agua, me levanto a las tres de la mañana; aquí la responsabilidad viene siendo gobierno estatal y municipal, antes de que se vayan que arreglen este negocio, este asunto, porque ya estamos cansados, que apliquen los recursos en cosas de beneficio”
La afectada también habló sobre de la forma en que no es captada el agua que sueltan en el Río Santiago, de la presa de San José.
“Es lo que necesita la presa, que tenga más espacio, desazolvar para que la presa tenga más cobertura, se tira por el Río Santiago, pues de que se trata eso, los gobiernos que se pongan en pos de situación y propuesta para que nos auxilien”.
Externó que existen tres pozos en la colonia, pero que ninguno de ellos tiene agua, por lo que insiste en que los gobiernos deben de responderles.
“Los pozos, son tres pozos, pues ahí están sequitos, nomas de adorno, yo creo sirve para alberca de natación de algunos pajaritos, o de los zancudos… yo invito al gobierno municipal y estatal que se pongan a trabajar, que con hechos ya respondan lo que tenemos pendiente”.
Finalmente la señora María, puntualizó que está al corriente de sus recibos de agua, y que hasta fecha sigue pagándolos a pesar de tener agua, por lo que no debería tener la falta de este servicio.
Por: Germaín Santos
