Con autos chocolate no solo se impactaría a armadoras e inversiones, sino devaluarían el resto de unidades en circulación: Puente Estrada.
SLP.- Ante la publicación del decreto para la regularización de automóviles chocolate, el empresario Gustavo Puente Estrada analizó dos lados de la moneda, con una afectación económica de la industria automotriz y la necesidad de alternativas ante un problema de carácter social.
Recordó que en el país los polos de desarrollo son el Valle de México, Nuevo León, el Centro Bajío, Baja California y la zona maya.
De ahí precisó que si solamente se considera a San Luis Potosí, en zona industrial laboran 140 mil personas.
Recapituló cómo en 1992 se dio el registro de 700 mil vehículos. En 2001 la cifra escaló a dos millones y en 2015 a siete millones.
En 2019 se llegó a 18 millones de vehículos.
Advirtió que con esta determinación, las unidades que circulan sin problemas se devaluarían.
Puente Estrada hizo hincapié en que el proyecto original se dirigía a la población del sector rural, lo cual no tiene que ver con la realidad.
Por otro lado, advirtió que los vehículos son necesarios como herramienta de trabajo -pero su compra no es del todo sencilla cuando el año previo la economía cayó 8.5 por ciento-.
De ahí, atribuyó que el mercado de los autos de procedencia extranjera sea tan amplio. Como desecho de Estados Unidos aquí son económicos.
En Estados Unidos, la población cambia de vehículo cada dos años, en promedio. De ahí, Gustavo Puente Estrada retomó un planteamiento hecho ante la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) algunos años atrás, que abriría la puerta a una solución.
Por: Paulina Rodríguez
