Seguridad, sin estrategia
¿Cuántas tragedias más hacen falta para que los responsables de la seguridad en México entiendan que la delincuencia crece a pasos agigantados y que cientos de comunidades han sido abandonadas a su suerte?
Y es que no hay día que pase sin que la sociedad mexicana se cimbre por algún hecho de extrema gravedad que golpea a familias y pone en entredicho la autoridad del Estado en su conjunto.
Ya sea Michoacán, Morelos, Guerrero, Tamaulipas, Chiapas, Aguascalientes, Zacatecas, Guanajuato, Jalisco o la Ciudad de México, la inseguridad se ha desbordado ante la inacción, abrazos, indiferencia y cerrazón del gobierno de Morena.
En la corte presidencial comentan que no se han creado nuevos grupos delincuenciales, pero en realidad son docenas los nuevos grupos que ante la omisión gubernamental han surgido para extorsionar, comerciar sustancias ilícitas, traficar con personas y atentar contra el patrimonio de las personas de bien.
Esta situación se sufre a lo largo y ancho de la República, mientras las autoridades federales no se dignan a atender el asunto y se conforman con fuegos sucesorios de artificio que solo distraen y nada solucionan.
No es faltar a la verdad sostener que la inseguridad en México se ha agravado y miles de personas han sido víctimas de ella desde el 1 de diciembre de 2018, cuando se inauguró un gobierno alejado a la gente y amistoso con el crimen.
La Federación ha recortado y desaparecido sistemáticamente las partidas presupuestales destinadas a la capacitación, adiestramiento y equipamiento de cuerpos de seguridad, provocando con ello un grave deterioro de la seguridad en todos los rincones del país y dejando a miles de comunidades a su suerte frente a la fuerza del crimen.
Es evidente que ningún resultado ha significado la existencia del gobierno federal de Morena en el orden federal, sino al contrario, gobiernos estatales y municipales se quejan de la falta de sensibilidad, conocimiento y capacidad de los titulares de las diferentes áreas federales.
El gobierno federal de Morena no tiene rumbo ni estrategia, solo buenos deseos, eslogan llamativos y distracciones.
¡México no aguanta más!
Por eso el Partido Revolucionario Institucional buscará desde el Congreso de la Unión que se reintegren los apoyos federales a gobiernos estatales y municipales para consolidar sus respectivos cuerpos de seguridad, al tiempo de evitar que las y los militares sigan siendo utilizados para construir aeropuertos, refinerías y sucursales bancarias, así como sembrar árboles y repartir libros, y mejor regresen a tareas esenciales de seguridad nacional y en apoyo de organismos civiles de seguridad.
No existe logro qué destacar ni avance qué presumir en el gobierno de Morena; solo desaciertos, masacres, negligencia y soberbia, y con esos no se construye una Nación, sino que se destruye. Y el PRI no lo va a permitir.
Alejandro Moreno, Presidente Nacional del PRI