Desde productos escolares hasta utensilios de cocina, ofrecen invasores en Plaza de Armas.
SLP.- Invadido por decenas de puestos ambulantes se encuentra una vez más el corazón de la capital potosina, mientras de la autoridad parece no existir un “hasta aquí”.
El ánimo de confrontación hacia quien se supone tendría que intervenir en la zona se plasma en cartulinas colocadas en los diferentes puestos instalados en la Plaza de Armas.
Pero no se observa que alguien proceda, como si dependencias a cargo o peor aún, normas fuesen de ornato.
Las estructuras de informales y unas más atribuidas a agrupaciones que aparentemente protestan, están a punto de rodear la totalidad de la plaza.
Ahí donde se encuentran Palacio Municipal, Palacio de Gobierno y el Congreso del Estado.
Con este ritmo, pronto nadie podrá circular por el sitio; a excepción del pasillo que convenientemente dejan los vendedores para que su mercancía quede a la vista.
Quien avanza por la Plaza de Armas ya no ve el kiosco ni los edificios.
Se topa con sombrillas, carritos y puestos con lapiceras, mochilas, nieve, fruta, ropa, collares, cubrebocas, caretas, juguetes y utensilios de madera; así como cubiertos y hasta ollas para la cocina.
Tiempo atrás advertían autoridades que el acomodo de puestos obedecía a manifestaciones por circunstancias que dependían de otro orden gubernamental.
El retiro momentáneo y retorno con más fuerza pareció volverse costumbre y en casos como los actualmente registrados, como anillo al dedo queda para la autoridad omisa o cómplice, decir que quien calla, otorga.
Por: Paulina Rodríguez