Educación, sin rumbo
Más de 30 millones de estudiantes de Nivel Básico regresarán al aula el próximo lunes para dar inicio al ciclo escolar 2022-2023, seguros de que en la escuela desarrollarán las habilidades, capacidades y experiencias necesarias para afrontar los retos profesionales, familiares y sociales que la vida les depara. Sus madres y padres confían en ello y les brindan todo el apoyo y acompañamiento necesarios.
Para cumplir con el objetivo de movilidad social, cuentan con la guía imprescindible, capacitada y comprometida de 2.2 millones de maestras y maestros, quienes pondrán todo de su parte para sacarlos adelante y hacer frente a las crecientes exigencias que la autoridad cierne sobre ellas y ellos.
¿Cuál es el papel de la Secretaría de Educación Pública federal? ¿Apoyar a los maestros, atender el rezago y la deserción escolar, procurar una educación de calidad en todo el país? No, la autoridad federal está completamente abocada al objetivo de moldear, forzar y hacer entrar a la escuela pública en el esquema demagógico que el presidente y la pandilla en el poder quieren para la educación en México y perpetuarse en el poder.
No hay diagnóstico ni herramienta pedagógica que valga y tampoco es necesario escuchar al Magisterio ni a las madres y padres de familia, esa pandilla cree tener la verdad absoluta y respondiendo a emociones y prejuicios ha delineado nuevos planes y programas de estudio que echan por tierra la enseñanza de las matemáticas, física, biología, inglés y computación para dar ese lugar a doctrinas fracasadas como el marxismo.
Se trata de una tragedia en toda la extensión de la palabra para el presente y futuro de México.
Lo que aflora a todas luces es un desprecio presidencial por la educación pública; está decidido a destruir el principal motor de desarrollo y movilidad social para sustituirlo por dogmas y fanatismos que aíslen a los educandos en un mundo cada vez más global e interdependiente.
Este gobierno no ha servido a las y los maestros, se ha servido de ellos y hoy, junto con millones de niñas y niños, los hace víctimas de su irracionalidad.
Uno de los logros alcanzados por el Constituyente de 1917 fue dejar afuera de las escuelas los dogmas, los cuales hoy Morena quiere regresar al aula.
La educación es un proceso libertario por naturaleza. No permitamos que este gobierno nos la arrebate y cancele con ello el futuro de nuestra niñez y adolescencia.
Alejandro Moreno, Presidente Nacional del PRI