Pan de muerto… un bocado de nostalgia.
- En las mesas y ofrendas no pudo faltar el delicioso alimento este mes de noviembre.
SLP.- No podía llegar el dos de noviembre sin aroma a pan de muerto.
Es el bocado de la nostalgia, de la vida y su ciclo finito.
Es sabor que da significado a la conmemoración de aquellos que se nos adelantaron.
Decía el escritor Stefan Zweig “No basta con pensar en la muerte, sino se debe tenerla siempre adelante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre”.
Azúcar, sal, canela, concentrado de naranja, harina, levadura y reposo a la masa da sabor a la temporada.
Pan para endulzar el corazón y quedarse con los recuerdos más bellos.
Agustín Zambrano Morales -maestro panadero- destaca lo especial de esta fecha.
Aunque por origen, este manjar tiene los sacrificios humanos -ceremonia que desencadenó el rechazo de los españoles, que optaron por un pan de trigo en forma de corazón, bañado de azúcar pintada de rojo-.
El pan de muerto refleja la fusión de dos mundos.
Es el fenómeno de respetar la muerte, pero desafiarla al comerla.
Hermoso es colocarle en los altares para honrar, tener presente.
El círculo de la parte superior representa el cráneo y las cuatro canelillas se asemejan a huesos y lágrimas desprendidas.
Es gastronomía para conmemorar a quienes pasaron a mejor vida.
Por: Paulina Rodríguez