Ovaciones se llevaron presentaciones del fin de semana durante el Festival Internacional de Danza Contemporánea “Lila López”.
SLP.- La XLII edición del Festival Internacional de Danza Contemporánea “Lila López” inició el fin de semana con extraordinarias coreografías que dejaron sin aliento a los espectadores; quienes durante más de una hora de descifrar imágenes -entre el silencio, ritmo, melodías y sonido- se desvivieron en ovaciones.
Oriones y Radiografía de la Pasión… dos obras coreográficas de los integrantes del Centro de Producción de Danza Contemporánea (CEPRODAC) marcaron la inauguración; en un evento que retomó lo presencial en el emblemático Teatro de la Paz -uno de los cuatro principales del país- tras un par de ediciones que la contingencia llevó a lo virtual.
La titular de la Secretaría de Cultura, Elizabeth Torres Méndez recordó cómo el Festival ha trascendido tiempo, fronteras y estética; al grado de crear un vínculo con la sociedad.
El gobernador, Ricardo Gallardo Cardona recordó el camino de la maestra Lila López, a quien reconoció como quien enalteció la danza en todo el país.
El lema Arte en Movimiento se reflejó en Oriones. Durante 20 minutos, el colectivo masculino planteó la reconfiguración de patrones, con el cuestionamiento de estereotipos.
Entre la precisión y muestra de verdadera disciplina, fue referida la constelación de Orión, con las creaciones del compositor Mario Lavista y la dirección escénica de Luis Neri.
En tanto tras un intermedio, la esencia de los poemas del latino Cayo Valerio Catulo por el amor y desamor que Catulo tiene con Lesbia fue el sello de una valiosa e interesante presentación en Radiografía de la Pasión.
Así, al pensar en la cantata escénica Catulli Carmina de Carl Orff, son jóvenes protagonistas que envuelven a los asistentes con la fe y convicción de lo que conciben como un amor para siempre.
Por 45 minutos lo defienden en una fusión de cuerpos de la visión de los mayores -que raya en la burla-.
Más allá del deleite, el público fue conquistado con la sincronía, entrega y poder en el escenario; con sentimientos que desbordaban cada que abría el telón.
Cada movimiento fue homenaje a la bailarina, coreógrafa, artista creativa, la promotora cultural… Lila.
Por: Paulina Rodríguez