Persiste la violencia en los estadios de fútbol de México.
SLP.- Desde la creación de la primera barra “La Ultratuza” por parte del equipo de Pachuca en el año de 1996, se ha vuelto constante que los estadios de fútbol se conviertan unos auténticos rings de pelea, y dejen de lado el ambiente familiar, el cual debería de predominar en cualquier deporte.
Del año 2010 ha la fecha se han registrado un total de 10 peleas a las afueras de los estadios o dentro de ellos, prácticamente, una trifulca por año.
Las grandes peleas se empezaron a registrar en el torneo Bicentenario 2010, miembros de la porra de Tigres se agarró a golpes contra la gente que apoyaba el mismo equipo, solo por el hecho de que la barra exigía a la directiva la destitución del entonces técnico Daniel Guzmán por sumar 9 de los 12 puntos y el gremio agredido, no simpatizaba con la idea de los “Libres y Locos”.
Este acto solo derivó en un partido de veto y la destitución del técnico, cuando las imágenes de padres de familia que iban a disfrutar un partido de fútbol y terminaron siendo agredidos circulaban en los medios de comunicación.
Este hecho se consideró aislado, luego del mal inicio del equipo felino, lo cual no preocupó a los directivos, pero esto no sería así, seis meses después en el torneo Apertura 2010, otro conato de bronca se presentó ahora en Guadalajara, en el partió Atlas vs Tigres.
En esta ocasión fue la porra atlista denominada la “51” contra los policías municipales presentes, el evento se volvió a tomar como un hecho aislado y recibió el mismo castigó que los Tigres, un partido de veto.
Lo peor es que así lo registraba La ley de Seguridad de la Federación Mexicana de Fútbol, como un hecho aislado solo porque en anteriores ocasiones no se había presentado este tipo de actos en la sede citada, dejando de lado, la gravedad de las imágenes que reflejaban la violencia de los hechos.
Luego de la inoperancia de la Liga y la falta de apoyo por parte de los legisladores, pasó un evento que marcaría el fútbol nacional.
Una nueva bronca se presentó en el estadio Morelos, esta vez, fue entre la porra local llamada “Lokura 81” contra elementos de seguridad, evento el cual llamó la sentención del entonces diputado Gerardo Liciaga, por lo cual propuso la Ley de Violencia en los Estadios.
La cual marcaba que en caso de violencia en los estadios, se podía castigar de 6 meses a 4 años, agregando las faltas administrativas de la entidad, por lo que el agresor, podría alcanzar hasta 12 años de prisión sin derecho a fianza.
Dicha ley fue aprobada en ambas cámaras en medio de amenazas hacia el diputado, el cual en una entrevista señaló que los directivos de la FMF le dijeron que se podía aprobar dicha ley, pero ellos acudirían a instancias más arriba para tumbarla.
La ley de violencia en los estadios fue aplicada por primera vez, pocos meses después, en el estadio Jalisco, luego que en el torneo Clausura 2014, la barra “51” amedrentara nuevamente contra uniformados, dejando un saldo de 20 elementos de seguridad gravemente heridos, pero esta vez no quedaría en un simple veto.
Se castigaría al estadio, pero mediante videos de seguridad, se arrestarían a los culpables y por primera vez, se pondría bajo las rejas a los culpables, de 20 personas que se ficharon como los responsables de este conflicto, 7 siguen aún tras las rejas.
Aunque a partir de esta fecha, no todo se midió con la misma vara, una nueva pelea se vivió ahora en nuestro estado, en el partido del Atlético San Luis vs Tigres, luego de la invasión tigre en el 2013, se volvieron a ver las caras, por lo que la afición local buscó pelea con los visitantes.
Al pitazo de finalización del medio tiempo se dio este altercado, pasado los 15 minutos las autoridades controlaron el pleito por lo que el árbitro decidió continuar con el partido como si nada hubiera ocurrido.
Otro suceso que dejó arrestos, fue la pelea vivida en septiembre del año pasado, entre barristas del equipo de Tigres y Monterrey.
Este se dio a 8 kilómetros del estadio Universitario en donde se llevó acabo el encuentro, el saldo fueron varias personas arrestadas, y una quedó en estado crítico luego de recibir diversos golpes en todo el cuerpo, junto con una puñalada con un objeto punzo cortante.
Ahora un año después, se vivió la pelea entre las barras de San Luis contra las de Querétaro, el cual dejó un saldo de 33 personas lesionadas, varios vehículos dañados junto con destrozos en las instalaciones.
Ante la multa de medio millón de pesos y el veto al estadio por lo que resta del torneo. En un comunicado el equipo señaló que no apelarán dicho castigo para sentar un precedente en el Fútbol Mexicano.
Pero, ¿se generará un precedente? Ya no solo basta poner personas tras las rejas, si no, lograr prevenir estos hechos, desde la reventa en el estadio, ya que más de mil boletos que consiguió la porra de Querétaro por medio de la reventa, junto con el número de elementos que se contrata para mantener el orden.
Cual se la decisión, este tipo de actos, este tipo de imágenes se deben de borrar del fútbol y de la sociedad mexicana.
Por: Héctor Morán