Papa León XIV llama a la paz en Ucrania y Gaza en su primera bendición dominical
El Vaticano.- En su primera bendición dominical como Papa, León XIV hizo un enérgico llamado a favor de una paz auténtica y justa en Ucrania, así como a un cese al fuego inmediato en Gaza. Desde la logia de la Basílica de San Pedro, y ante una multitud estimada en 100,000 personas, el pontífice enfatizó la urgencia de evitar la guerra, dirigiéndose directamente a las potencias mundiales.
Este momento marcó el regreso de León XIV a la logia tras su histórica elección como el primer Papa originario de Estados Unidos. Durante su aparición, mantuvo la tradición de la bendición dominical al mediodía, pero introdujo innovaciones significativas, como acercarse al centro de la plaza en lugar de asomarse desde el estudio del Palacio Apostólico. Asimismo, entonó la oración Regina Caeli, que en tiempos recientes solía ser recitada por sus predecesores.
Sectores conservadores de la Iglesia, que se sintieron distanciados por algunas de las reformas impulsadas por Francisco, han mostrado un renovado interés en el estilo más tradicional de León XIV. En la plaza destacaron figuras políticas como Marine Le Pen y Matteo Salvini, quienes han reiterado su fe católica como parte de sus discursos públicos.
Vestido con la sotana blanca del papado y una cruz pectoral de plata, León XIV retomó las palabras de Francisco al describir los actuales conflictos globales como una “tercera guerra mundial en pedazos”. Mostró su solidaridad con el pueblo ucraniano, instando a una paz duradera, la liberación de prisioneros de guerra y el regreso de niños a sus familias. También exigió un alto al fuego en Gaza y pidió garantizar la ayuda humanitaria a la población civil.
La multitud respondió con vítores y emoción, acompañados por el repicar de las campanas de la basílica y la música de bandas presentes en este fin de semana de Jubileo. Peregrinos de diversos países, incluyendo un entusiasta grupo de Houston, Texas, expresaron su admiración por el nuevo Papa y su orgullo por vivir un momento histórico, subrayando la universalidad de la Iglesia Católica.