Ópera “El rapto en el serrallo”, un cuento oriental de amor y tolerancia
León.- El estreno de la ópera “El rapto en el serrallo”, de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), cautivó al público por ofrecer una propuesta de incluir una narración en sustitución de diálogos, proyecciones de multimedia y música oriental.
Como parte del primer día de actividades de la primera edición de “LiberFestival” Arte & Cultura, que se realizará del 5 al 9 de junio, en el Forum Cultural Guanajuato, se presentó la ópera alemana en tres actos en el Teatro del Bicentenario “Roberto Plascencia Saldaña”, donde los asistentes disfrutaron de este magnífico montaje.
Con la participación de los intérpretes Leticia Altamirano, Anabel de la Mora, Edgar Villalva, Enrique Guzmán, Bernd Hofmann, así como la bailarina Casilda Madrazo y el actor Nicolas Sotnikoff, desarrollaron una historia de amor, engaño y traición, en una atmosfera de época.
Acompañados de la Camerata de Coahuila, bajo la dirección musical de Antoni Ros Marba, Tambuco, Ensamble de percusiones de México, Segrel y el Coro del Teatro del Bicentenario desarrollaron la historia de amor, engaño y traición en la vida de Konstanze.
La ópera llevada a un cuento oriental con efectos visuales como una alfombra voladora y palacios con sus grandes jardines, los intérpretes cantaban las arias que, junto con la actuación, transportaron al público a ese mundo de época.
Las sopranos (Altamirano y De la Mora), tenores (Villalva y Guzmán) y bajo (Hofmann) deleitaron al público con sus magníficas voces, impregnadas por esa pasión que sienten por el bel canto.
La ópera narra que un día Belmonte salió a navegar con su prometida Konstanze, en compañía de la joven inglesa Blonde y Pedrillo, sus servidores.
Durante el paseo, la embarcación fue atacada por los piratas y Konstanze capturada junto con los servidores, mientras que Belmonte logra escapar. Los prisioneros fueron desembarcados en Argel y vendidos como esclavos al Bajá Selim.
El director del encuentro, Sergio Vela, comentó en entrevista con los medios que la ópera es una recuperación un tanto nostálgica de una infancia.
“Esta ópera la conocí a los 14 años de edad, la dibujé a mi manera para contársela como cuento a mi hermana, que tenía siete años y muchos años después estoy haciéndola, pero ahora para el público”, expresó el también promotor cultural.
Apuntó que es una ópera de amor, un poco violenta y de profunda tolerancia, de conocimiento y sobre todo de respeto al otro, la cultura del otro y los modos del otro, “nos daremos cuenta que el Bajá que teniendo todo el poder, en realidad es más generoso que los monarcas europeos”.