RSF coloca a México como el segundo país más peligroso para periodistas

México.- En lo que va de 2025, México ha registrado el asesinato de nueve periodistas, situación que ha encendido las alertas de organizaciones defensoras de la libertad de prensa, ante el avance de la violencia y la persistente impunidad en estos crímenes.

De acuerdo con Reporteros Sin Fronteras (RSF), el país se ubica como el segundo más peligroso del mundo para ejercer el periodismo, solo por debajo de Gaza, donde la ofensiva israelí ha dejado más de 120 periodistas fallecidos.

La violencia contra comunicadores se concentra principalmente en Guerrero, Michoacán y Guanajuato, entidades donde las víctimas solían trabajar en medios locales, abordando temas relacionados con seguridad, crimen organizado y derechos humanos. Las organizaciones señalan que la principal amenaza proviene de grupos criminales, muchos de ellos con vínculos con actores políticos, lo que refuerza un entorno hostil para la labor informativa.

En varias regiones del país se han establecido “zonas de silencio”, donde los periodistas enfrentan restricciones severas para informar. Además de los asesinatos, se contabilizan 28 periodistas desaparecidos, mientras que el alto nivel de impunidad agrava la crisis de seguridad para el gremio.

Pese a los discursos oficiales, las cifras de agresiones contra la prensa no han mostrado mejoras sustanciales en las últimas décadas. Organizaciones advierten que, de no implementarse cambios de fondo, la violencia podría persistir durante el actual sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum, a quien llaman a reconocer la gravedad del problema y a reforzar los mecanismos de protección para periodistas.

Según Artículo 19, en México se registra una agresión contra la prensa cada 14 horas, lo que genera un clima de miedo y autocensura. A ello se suma el acoso judicial, con más de 50 procesos legales iniciados contra periodistas y medios con el objetivo de silenciarlos.

En el contexto regional, América Latina concentra el 42 % de los casos de violencia letal contra periodistas, con México a la cabeza, a pesar de no encontrarse en un escenario de guerra formal.