Rescate y ayuda humanitaria enfrentan grandes obstáculos tras el terremoto en Birmania y Tailandia
Sagaing.- Tras el devastador terremoto que sacudió Myanmar y Tailandia, la comunidad internacional ha comenzado a desplegar asistencia humanitaria, aunque los equipos de rescate enfrentan serios desafíos logísticos y políticos.
En un hecho inusual, la junta militar de Myanmar solicitó ayuda internacional, permitiendo que la ONU y Médicos Sin Fronteras (MSF) intenten llegar a las zonas afectadas.
Sin embargo, las organizaciones han reportado que carreteras bloqueadas y aeropuertos cerrados dificultan la llegada de suministros y personal médico.
Los hospitales en las ciudades más afectadas, como Mandalay y Sagaing, están saturados, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que las próximas 48 horas son cruciales para salvar vidas.
En Tailandia, las autoridades han movilizado equipos de emergencia en Bangkok para localizar sobrevivientes entre los escombros del rascacielos colapsado, donde el Instituto Nacional de Medicina de Urgencia reporta 68 heridos hospitalizados.
A nivel internacional, Estados Unidos ha ofrecido asistencia a través de equipos DART, especializados en desastres.
La Unión Europea activó el sistema de satélites Copernicus para evaluar daños y coordinar el envío de suministros, mientras que India y Francia han manifestado su disposición para enviar equipos de rescate y medicamentos.
El acceso a Myanmar sigue siendo limitado por el control de la junta militar, lo que retrasa la llegada de ayuda humanitaria.
En Tailandia, la búsqueda nocturna en el edificio colapsado se complica por la inestabilidad de la estructura.
Las réplicas del sismo continúan generando alerta en la región, mientras los equipos de emergencia trabajan contrarreloj para evitar que el número de víctimas siga en aumento.
