Muertes de inmigrantes en centros del ICE aumentan 43% en medio año
- ONG exigen condiciones dignas.
EUA.- Al menos diez inmigrantes han fallecido bajo la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en los últimos seis meses en Estados Unidos, lo que representa un aumento significativo frente al promedio de siete muertes anuales registrado durante la administración de Joe Biden.
Este incremento ha generado alarma entre organizaciones defensoras de los derechos humanos.
Entre los casos reportados se encuentran dos suicidios ocurridos en Arizona y Georgia, además de fallecimientos por causas médicas y una reciente muerte en Miami, donde un ciudadano canadiense de 49 años fue hallado inconsciente y murió a pesar de los esfuerzos de reanimación.
El hombre enfrentaba cargos por tráfico de drogas y extorsión.
Organizaciones y legisladores han documentado condiciones de insalubridad, hacinamiento extremo y falta de atención médica en varios centros de detención migratoria.
En algunos casos, los detenidos comparten espacios reducidos sin acceso adecuado a duchas, alimentos, medicamentos ni artículos de higiene.
De acuerdo con testimonios de internos, la falta de condiciones básicas ha agravado enfermedades preexistentes y provocado crisis de salud mental.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) ha exhortado al gobierno a reducir el tiempo de detención a menos de 72 horas si no se garantizan condiciones dignas.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el ICE han rechazado las acusaciones de negligencia, asegurando que los inmigrantes tienen acceso a asistencia médica, contacto con abogados y un entorno seguro.
Sin embargo, los reportes independientes y la saturación de los centros refutan esa afirmación.
Actualmente, más de 56 mil inmigrantes se encuentran bajo custodia del ICE, rebasando la capacidad máxima de 41 mil personas.
Según activistas, esta situación responde a la presión ejercida por la administración Trump para incrementar las detenciones diarias con una meta de al menos 3 mil arrestos.
Muchos de los detenidos no cuentan con una orden de deportación vigente, lo que los obliga a elegir entre salir voluntariamente del país o esperar un juicio migratorio, proceso que puede tardar meses.
La incertidumbre y el encierro prolongado sin garantías mínimas han sido señalados como factores que agravan la crisis humanitaria en estos centros.