MSF advierte grave crisis humanitaria por endurecimiento migratorio en EUA
EEUU.- Un informe reciente de Médicos Sin Fronteras (MSF) advierte que los cambios aplicados durante los primeros seis meses del actual gobierno estadounidense han provocado un fuerte deterioro humanitario en la ruta migratoria de América Latina.
El documento, titulado “RECHAZADOS: El devastador impacto humano de los cambios de política migratoria en Estados Unidos, México y América Central”, señala que el endurecimiento de las restricciones y el incremento de retornos forzados han dejado a cientos de miles de personas atrapadas en México y Centroamérica sin acceso a protección ni redes de apoyo.
MSF sostiene que los gobiernos de la región han desmantelado asentamientos improvisados, aumentado los patrullajes y limitado aún más los procedimientos de asilo, lo que ha agravado la vulnerabilidad de quienes huyen de crisis profundas en sus países de origen, entre ellos Venezuela, Cuba, Haití, Colombia y Ecuador.
La organización destaca que muchas de estas personas no pueden regresar debido a los riesgos persistentes de violencia, inestabilidad política o colapso económico.
El reporte documenta un aumento notable en la demanda de atención psicológica en el sur y la Ciudad de México, principalmente por casos vinculados con ansiedad, depresión y experiencias traumáticas vividas durante el tránsito.
Entre enero de 2024 y mayo de 2025, MSF brindó atención a casi tres mil víctimas de violencia sexual y ofreció cerca de 17 mil consultas de salud mental relacionadas con tortura, secuestros, extorsiones y otros hechos violentos.
El análisis también aborda programas impulsados por Estados Unidos, como CBP Home, que la organización describe como un mecanismo que, aunque se presenta como alternativa a la detención, ejerce presión para que las personas abandonen sus solicitudes de asilo. Además, señala que Washington ha destinado recursos a países de la región para reforzar los controles migratorios dentro de sus territorios.
MSF advierte que México continúa recibiendo a ciudadanos de otras nacionalidades expulsados por Estados Unidos mediante acuerdos bilaterales, aun cuando las autoridades lo niegan. Esta práctica, según la organización, deja a muchas personas sin estatus legal, expuestas a nuevos riesgos y en posible contravención de compromisos internacionales en materia de protección humanitaria.















