Mario Lover, oaxaqueño que luchó en Ucrania, muere en ataque con drones
- Familia busca repatriar su cuerpo.
México.- Mario Alberto Lover Martínez, un mexicano que siempre aspiró a formar parte de las fuerzas armadas, perdió la vida en Ucrania durante un ataque con drones. Su familia ahora enfrenta el desafío de localizar y repatriar su cuerpo.
Originario de Ciudad Ixtepec, Oaxaca, Lover Martínez inició su carrera en la Policía Federal, pero tras la disolución de esta corporación en 2019, se trasladó a Estados Unidos. Allí se unió al grupo Delta, vinculado al Pentágono, y posteriormente se alistó en la Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania, donde luchó contra la invasión rusa.
Durante ocho meses, participó en combates en Ucrania, pero su vida se extinguió el 9 de junio tras un ataque con drones explosivos. Su madre, Amalia Lover Martínez, expresa su dolor por la pérdida de su hijo y su deseo de recuperar su cuerpo. En declaraciones a la prensa, solicitó que le fuera devuelto, sin importar las circunstancias.
La familia enfrenta varios trámites que complican la repatriación del cuerpo a Ciudad Ixtepec, donde desean realizar un funeral acorde a sus tradiciones zapotecas. Han solicitado apoyo al gobierno mexicano a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
El Consulado de México en Ucrania ha informado a la familia que están trabajando en la localización del cuerpo para iniciar el proceso de repatriación. Sin embargo, según la hermana de Mario, Arcelia, la SRE aún no ha conseguido los permisos necesarios para que el cuerpo pueda salir de Ucrania, aunque esperan que se resuelva pronto.
El día del ataque fue la última vez que la familia tuvo contacto con él. Arcelia recuerda que ese día mantuvieron comunicación y realizaron una videollamada con su madre y hermanas. Tras su muerte, recibieron la noticia de un compañero de Mario, lo que intensificó su angustia.
Amalia recuerda con tristeza una de sus últimas conversaciones, en la que su hijo la felicitó por el Día de las Madres y le prometió cuidarse. La familia ha montado un altar en su memoria y planea celebrar el novenario, siguiendo las costumbres del Istmo de Tehuantepec, mientras amigos y vecinos se unen en oraciones por su descanso y el regreso de su cuerpo.