Los Chapitos y el CJNG amenazan la existencia del Cártel de Tijuana
México.- La reciente alianza entre Los Chapitos y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha colocado al Cártel de Tijuana al borde de la desaparición. Fundada en los años ochenta por el clan Arellano Félix, esta organización fue durante décadas una de las más poderosas del narcotráfico en México.
Sin embargo, el 17 de junio, la detención sin resistencia de Pablo Edwin Huerta, alias El Flaquito, en Baja California, evidencia la pérdida de poder y cohesión interna del grupo.
Bajo el liderazgo de Benjamín y Ramón Arellano Félix, el Cártel de Tijuana se consolidó como una fuerza dominante, aprovechando su ubicación estratégica para el trasiego de drogas hacia Estados Unidos. Pero su decadencia comenzó en 2002, con la caída de sus principales líderes y el ascenso del Cártel de Sinaloa.
El debilitamiento se acentuó en 2013, tras el asesinato de Francisco Rafael Arellano Félix, y la organización se vio forzada a buscar alianzas. En 2020, pactó con el CJNG, que le ofreció apoyo logístico a cambio de acceso a rutas clave en Baja California. Juntos enfrentaron a grupos rivales como el Cártel de Juárez y el Cártel del Golfo.
Sin embargo, a principios de 2025, el CJNG rompió su alianza con el Cártel de Tijuana al firmar un nuevo acuerdo con Los Chapitos, la facción de los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán.
Esta nueva coalición ha fortalecido al CJNG en el panorama del narcotráfico y ha dejado a la organización tijuanense expuesta y debilitada.
La captura de El Flaquito, uno de los últimos operadores relevantes del cártel, sin resistencia ni represalias inmediatas, refleja un colapso estructural.
Según informes de inteligencia, el Cártel de Tijuana ya no aparece en los informes prioritarios de la DEA ni figura en listas de organizaciones criminales de alto riesgo, lo que confirma su pérdida de relevancia.
Actualmente, lo que queda del grupo está fragmentado en células pequeñas, enfocadas en delitos de menor escala como extorsión, narcomenudeo y cobros de piso.
Expertos en seguridad advierten que el CJNG sigue consolidando su control territorial, mientras el Cártel de Tijuana lucha por mantener una presencia que ya parece residual.
En este contexto, el gobierno de Estados Unidos ha intensificado su presión sobre el CJNG, congelando activos y persiguiendo a sus operadores financieros, pero hasta ahora, esta estrategia no ha impedido que se consolide como el principal actor del narcotráfico en México, en detrimento de organizaciones históricas como la de Tijuana.