Israel ataca instalaciones nucleares en Irán y elimina a tres comandantes
Jerusalén.- El conflicto militar entre Israel e Irán entró en una nueva fase crítica este sábado, tras el anuncio de Tel Aviv sobre la eliminación de tres altos comandantes iraníes y una serie de bombardeos a instalaciones nucleares en Isfahán. La ofensiva, iniciada el 13 de junio con el objetivo declarado de frenar el programa nuclear iraní, ha dejado cientos de víctimas, según organizaciones humanitarias, mientras la comunidad internacional intenta contener una escalada que amenaza con regionalizarse.
Las operaciones israelíes se concentraron en objetivos estratégicos, como centros de producción de centrifugadoras y bases de los Guardianes de la Revolución Islámica. Entre los comandantes abatidos se encuentra Said Izadi, vinculado a Hamás, junto con otros dos líderes clave en operaciones de drones y misiles.
En represalia, Teherán lanzó ataques combinados con drones Shahed y misiles balísticos contra zonas civiles israelíes, incluyendo áreas cercanas al aeropuerto Ben Gurión. Aunque los daños fueron limitados gracias a los sistemas de defensa aérea, el mensaje fue contundente: Irán está dispuesto a responder con fuerza.
La crisis ha interrumpido las ya frágiles negociaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos, mientras el presidente Donald Trump —quien busca un nuevo mandato— emitió un ultimátum de dos semanas a Teherán para que “cese sus actividades”, advirtiendo sobre una posible intervención militar directa si persiste la confrontación. Esta postura contrasta con la evaluación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que no ha encontrado evidencia de que Irán esté desarrollando armas nucleares.
En el plano internacional, las capitales occidentales han llamado a la moderación, mientras la situación humanitaria se deteriora rápidamente. Organizaciones independientes reportan más de 650 muertos en territorio iraní, incluyendo militares, científicos y civiles, mientras Israel ha confirmado al menos 25 fallecidos por los ataques de represalia.
Desde la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), Turquía ha acusado a Israel de ser el principal responsable de la desestabilización regional. Analistas advierten que el conflicto podría prolongarse por semanas, dada la determinación mutua y la falta de canales diplomáticos eficaces.