Fentanilo es un problema de salud, no un arma de destrucción masiva, advierte exfuncionario de la DEA
EEUU.- Mike Vigil, exjefe de Operaciones Internacionales de la Administración para el Control de Drogas (DEA), cuestionó las declaraciones que califican al fentanilo como un arma de destrucción masiva y que atribuyen a esta sustancia cifras elevadas de muertes anuales.
El exfuncionario sostuvo que el fentanilo debe entenderse principalmente como un problema de salud pública y de justicia penal, no como un arma. Explicó que las muertes asociadas a esta droga ocurren, en su mayoría, por sobredosis, y no como resultado de una intención deliberada de causar daño masivo por parte de quienes la distribuyen. Recordó además que el fentanilo tiene usos médicos legítimos, especialmente en el manejo del dolor en procedimientos quirúrgicos.
Vigil señaló que desde 2019, organismos especializados en el análisis de armas de destrucción masiva han concluido que no existe beneficio práctico en clasificar al fentanilo dentro de esa categoría. En la misma línea, mencionó que una iniciativa presentada en 2024 en el Congreso de Estados Unidos con ese objetivo fue desechada por carecer de impacto real en el combate al problema.
Advirtió que el discurso que acusa de falta de cooperación a países aliados como México, Canadá o Colombia podría debilitar la colaboración internacional contra el narcotráfico. A su juicio, este tipo de señalamientos generan tensiones innecesarias en una lucha que depende del trabajo conjunto entre naciones.
El exjefe de la DEA también afirmó que una parte importante de los recursos de la agencia se encuentran actualmente orientados a tareas migratorias, lo que, consideró, resta capacidad al combate directo contra las organizaciones criminales.
En cuanto al tráfico de armas, subrayó que existe un flujo constante de armamento desde Estados Unidos hacia México, paralelo al tráfico de drogas en sentido contrario, lo que agrava los desafíos de seguridad en la región.
Finalmente, Vigil sostuvo que una estrategia efectiva contra el narcotráfico debe incluir la reducción de la demanda interna de drogas en Estados Unidos, mediante políticas de educación, prevención y concientización, con especial énfasis en la población joven.
















