EUA enfrenta riesgo de brotes masivos de sarampión y rubeola
EUA.- Las tasas de vacunación infantil en Estados Unidos han mostrado una tendencia a la baja en los últimos años, poniendo en riesgo la inmunidad colectiva. Especialistas advierten que, si esta situación persiste, enfermedades como el sarampión, así como otras que habían sido erradicadas, como la rubeola y la poliomielitis, podrían resurgir.
Un estudio reciente de la Universidad de Stanford, en colaboración con varias instituciones académicas y publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA), señala que el brote de sarampión registrado en Texas, que afectó a más de 620 personas, es un indicativo de lo que podría suceder si no se mejora la cobertura vacunal.
Los investigadores utilizaron modelos epidemiológicos para simular la propagación de enfermedades infecciosas bajo distintos escenarios de vacunación. Los resultados muestran que, de mantenerse las tasas actuales, el sarampión podría convertirse en endémico en unos 20 años, aunque si la vacunación sigue disminuyendo, este plazo podría acortarse aún más.
Según los autores Mathew Kiang y Nathan Lo, un aumento del 5% en la tasa de vacunación contra el sarampión sería suficiente para reducir drásticamente el número de casos y evitar que la enfermedad se propague.
La caída en las tasas de vacunación comenzó durante la pandemia de COVID-19, impulsada por el crecimiento de la desconfianza y la desinformación sobre las vacunas, advierten los investigadores.
El análisis también estima que, si la tendencia a la baja continúa, el sarampión podría causar más de 850 mil casos en los próximos 25 años, resultando en miles de hospitalizaciones y muertes. Debido a su alta contagiosidad, el sarampión exige niveles de inmunización elevados para prevenir brotes.
Los estados con mejores tasas de vacunación, como Massachusetts, tendrían un riesgo reducido, mientras que California y Texas enfrentarían mayores amenazas debido a su disminución en la cobertura.
Finalmente, los expertos subrayan la urgencia de restaurar la confianza pública en las vacunas para evitar el resurgimiento de enfermedades prevenibles.