Estudio alerta sobre impacto ambiental del uso intensivo de IA
Massachusetts.- El creciente uso de inteligencia artificial genera preocupación por su impacto ambiental debido al alto consumo energético de los centros de datos que procesan las operaciones. Investigadores señalan que cada consulta realizada a sistemas de IA consume significativamente más energía que las búsquedas tradicionales.
Según especialistas del MIT y otras instituciones, los centros de datos que alimentan estos sistemas dependen principalmente de combustibles fósiles y consumen grandes volúmenes de agua para su refrigeración. Los más grandes pueden utilizar hasta 18.9 millones de litros diarios, equivalente al consumo de una ciudad de 50,000 habitantes.
Un estudio comparativo muestra que una consulta simple de IA consume 23 veces más energía que la misma búsqueda en Google sin funciones de inteligencia artificial. Las solicitudes complejas pueden requerir hasta 210 veces más energía, mientras que la generación de videos breves implica un consumo energético equivalente a mantener una bombilla incandescente encendida durante más de un año.
Expertos como Jon Ippolito de la Universidad de Maine explican que, aunque las empresas tecnológicas mejoran la eficiencia de los chips, el efecto neto puede ser mayor consumo debido al incremento en el uso (Paradoja de Jevons).
Los usuarios pueden reducir su huella ambiental mediante estrategias como desactivar funciones de IA cuando no son necesarias, preferir contenido humano sobre generado artificialmente, y utilizar motores de búsqueda con algoritmos eficientes. Algunas plataformas ofrecen modos de bajo consumo que eliminan datos temporales después de algunas semanas.
Los investigadores destacan que la IA representa solo una parte del consumo energético digital, siendo las redes sociales y las criptomonedas responsables de aproximadamente el 85% del uso total de los centros de datos.