Entre fe y esperanza, feligreses llegan a la Basílica de Guadalupe en San Luis Potosí
SLP.- La explanada y los accesos a la Basílica de Guadalupe en San Luis Potosí se llenan de pasos lentos, miradas firmes y oraciones en silencio para la Virgen María.
Son cientos de feligreses que acuden movidos por la fe para cumplir mandas, muchas de ellas relacionadas con la salud de un familiar, una recuperación inesperada o la petición de alivio ante una enfermedad prolongada.
Algunos llegan caminando desde colonias alejadas e incluso de otros municipios; otros avanzan de rodillas como símbolo de agradecimiento o súplica.
Para muchos, el dolor físico se convierte en una ofrenda que acompaña la oración: madres que piden por sus hijos, abuelos que agradecen una operación exitosa, familias completas que cargan la esperanza en cada paso.
Aunque la tradición de recorrer tramos de rodillas se mantiene viva, autoridades y personal de salud reiteran el llamado a no hacerlo, debido a los daños severos que puede provocar en las articulaciones, especialmente en personas mayores.
Aun así, la devoción se impone y los fieles buscan alternativas: pausas constantes, uso de rodilleras o recorridos más cortos, sin perder el sentido espiritual del acto.
Durante la celebración, también se observa la presencia de cuerpos de emergencia, personal médico, protección civil y autoridades municipales, quienes mantienen vigilancia permanente en la zona para atender cualquier incidente.
Deshidratación, caídas o molestias físicas son los casos más comunes, y la atención oportuna busca que la experiencia transcurra de manera segura.
El ambiente se completa con veladoras encendidas, flores frescas, cantos y rezos colectivos que envuelven el recinto.
Entre fe, tradición y cuidados preventivos, la visita a la Basílica de Guadalupe se convierte, una vez más, en un encuentro profundo con la esperanza, donde cada manda cumplida cuenta una historia de lucha, amor y gratitud.
Por: José Luis Vázquez
