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El mundo despide al Papa Francisco con una ceremonia solemne y universal en Roma

El Vaticano.- Este 26 de abril de 2025, la Plaza de San Pedro se llenó de miles de fieles y dignatarios internacionales que se congregaron para rendir homenaje al papa Francisco, fallecido a los 88 años. La ceremonia fúnebre, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, estuvo marcada por la solemnidad y la sencillez, reflejando el estilo de vida modesto que caracterizó su pontificado.

La misa inició a las 10:00 horas, con la asistencia de más de 200 mil personas en la plaza y otras 150 mil que acompañaron el cortejo fúnebre hacia la Basílica de Santa María la Mayor. Himnos en diversos idiomas fueron entonados durante la celebración, subrayando la universalidad de la Iglesia católica.

Durante su homilía, el cardenal Re destacó el legado de Francisco, resaltando su compromiso con los migrantes, los marginados y su incansable llamado a la paz. «Francisco fue un Papa en medio de la gente, con el corazón abierto a todos», afirmó, ante los aplausos de la multitud. Recordó también que «la misericordia es el corazón del Evangelio», una de las premisas fundamentales de su pontificado.

Entre los asistentes se encontraban líderes mundiales como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, así como los reyes de España, Felipe VI y Letizia, entre otros jefes de Estado y miembros de la realeza, subrayando la trascendencia global del evento.

La multitud, visiblemente conmovida, expresó su tristeza y gratitud. «El papa Francisco nos enseñó a ser mejores personas», comentó una fiel presente en la ceremonia.

Tras la misa, el ataúd del Papa fue trasladado en un papamóvil adaptado por las calles de Roma, donde miles de personas lanzaron flores y corearon «¡Viva el Papa!». La procesión culminó en la Basílica de Santa María la Mayor, lugar elegido por Francisco para su descanso final, junto a la Virgen que tanto veneraba.

Su tumba, de diseño sencillo, lleva únicamente su nombre en latín, «Franciscus», reflejando su deseo de austeridad y humildad. La ceremonia de entierro se llevó a cabo en privado, con la presencia de familiares y amigos cercanos.

El funeral no solo fue un adiós a un líder espiritual, sino también una celebración de su legado, que continúa inspirando a millones de personas en todo el mundo. En los próximos días, se celebrarán misas de novenario en su honor, mientras que el cónclave para elegir a su sucesor se espera sea convocado en un plazo de 15 a 20 días.

Con un impresionante operativo de seguridad que incluyó a más de 10 mil agentes, el evento transcurrió sin incidentes, garantizando la solemnidad de la histórica despedida.

El adiós al papa Francisco se convierte así en un símbolo de unidad y esperanza, recordando su incesante mensaje de construir puentes en un mundo dividido.

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