Durante 2024, detenciones migrantes en México se dispararon un 266%

• Ongs acusan militarización y violaciones de derechos humanos.

En 2024, las detenciones de personas migrantes en México se dispararon un 266% en comparación con el año anterior, al pasar de 97 mil 516 a 356 mil 988 casos, según cifras de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob). Tan solo en el primer cuatrimestre del año, se registraron 88 mil 737 capturas de personas en situación de movilidad.

Los migrantes provenientes de América del Sur han sido los más afectados, especialmente los de nacionalidad venezolana (17 mil 356), colombiana (siete mil 688) y ecuatoriana (siete mil 590).

Este incremento ha coincidido con un fuerte despliegue de 10 mil elementos de la Guardia Nacional y el Ejército en la frontera sur de México, medida que, según Tonatiuh Guillén López, extitular del Instituto Nacional de Migración (INM), responde a un proceso de militarización del control migratorio alineado con las políticas impulsadas por el expresidente estadounidense Donald Trump desde 2019. Guillén advierte que este enfoque “impacta directamente en los migrantes y refugiados”, tratándolos como una amenaza a la seguridad nacional.

Diversas organizaciones de derechos humanos, como el Centro Prodh, han denunciado que esta política de contención ha derivado en graves violaciones a los derechos humanos. Documentan abusos como el ataque de militares a migrantes en Chiapas en marzo de 2021, el asesinato de dos personas migrantes en Chihuahua en octubre de 2023 y, más recientemente, el homicidio de dos colombianos en 2024 a manos de la Guardia Nacional en la frontera con Estados Unidos.

Un informe de la Universidad Iberoamericana señala que la militarización del Instituto Nacional de Migración ha dado pie a actos arbitrarios y fuera del marco legal por parte de los agentes migratorios, lo que ha intensificado la violencia y el riesgo para quienes transitan por México.

En este contexto, organizaciones civiles han urgido a reconocer el derecho humano a migrar y han alertado sobre las consecuencias de tratar el fenómeno migratorio como un problema de seguridad nacional. Guillén concluye que esta postura, inspirada en la narrativa estadounidense, “exacerba los peligros para quienes ya huyen de contextos de violencia y pobreza”.