por Diputado de Morena compra casa millonaria en Rancho Santa Fe
- Mexicanos Contra la Corrupción revela irregularidades.
Rancho Santa Fe.- El 8 de marzo de 2024, el diputado mexicano Arturo Ávila Anaya, vocero del grupo parlamentario de Morena, adquirió una propiedad de lujo en Rancho Santa Fe, California, por un valor de 4.15 millones de dólares.
La operación fue formalizada mediante registros oficiales del condado de San Diego, donde consta que la vendedora, Nerrie M. Zohn, transfirió el inmueble a Ávila Anaya y su esposa, Clayna Scarlett Aiza Verboonen.
La transacción incluyó una hipoteca por 1.9 millones de dólares, equivalente al 46% del valor total del inmueble, pero con una particularidad: el préstamo no fue otorgado por una institución bancaria, sino directamente por la vendedora, algo poco común en operaciones de esta magnitud.
El contrato hipotecario fija una tasa de interés del 6.69% anual, y el resto del monto (unos 2.2 millones de dólares) fue cubierto en efectivo por el legislador.
Como servidor público, Ávila Anaya está obligado a transparentar sus bienes y deudas ante la autoridad. En su declaración patrimonial del cuarto trimestre de 2024, sí reportó la propiedad en Estados Unidos, pero registró un adeudo hipotecario de solo 1.609 millones de pesos (aproximadamente 83 mil dólares).
Esta cifra sugiere un pago anticipado significativo, aunque no existe evidencia documental pública que acredite la cancelación parcial o total del préstamo.
Además, su declaración presenta omisiones relevantes: no incluye el nombre de una empresa de la cual es accionista mayoritario, ni proporciona direcciones ni valores de adquisición de otros bienes inmuebles que posee, lo que dificulta la verificación y trazabilidad de su patrimonio.
La información fue revelada por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), a partir de documentos oficiales tanto del condado de San Diego como de la plataforma Declaranet de la Cámara de Diputados.
Tras la difusión del caso, Ávila Anaya respondió a través de redes sociales, argumentando que los señalamientos obedecen a que su labor como vocero «molesta» a sus críticos.
