Corte Internacional exige a Israel respetar derechos de niños palestinos

Gaza.- Desde octubre de 2023, la Franja de Gaza vive una crisis humanitaria sin precedentes a raíz de los ataques israelíes, con consecuencias devastadoras para la infancia. Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), al menos 14 mil niños han muerto y más de 17 mil han quedado huérfanos.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estima que más de 50 mil niños han muerto o resultado heridos, mientras que unos 400 mil presentan signos graves de trauma psicológico. A esta tragedia se suma la interrupción masiva de la educación: más de 700 mil niños están fuera del sistema educativo desde 2023.

Desde la ruptura del alto al fuego en marzo de 2025, Israel ha intensificado su bloqueo sobre Gaza, incluyendo controles estrictos a la ayuda humanitaria. Diversas agencias de la ONU y organizaciones internacionales han calificado estas medidas como violaciones al derecho internacional humanitario, advirtiendo que podrían derivar en el desplazamiento forzado de más de dos millones de personas si continúa la ocupación total del territorio.

A pesar de las dificultades, organizaciones como Unicef y Defensa de los Niños de Palestina (DCIP) mantienen su labor en Gaza. Proveen atención médica, agua potable y protección a la infancia, aunque enfrentan constantes obstáculos logísticos y de seguridad. DCIP ha centrado sus esfuerzos en empoderar a los niños como agentes de cambio y defensores de sus derechos.

La Corte Internacional de Justicia y el Comité de los Derechos del Niño han reiterado que Israel tiene obligaciones jurídicas hacia la población infantil palestina bajo su control. Desde América Latina, organizaciones civiles han exigido el levantamiento del bloqueo y el cese inmediato de la violencia, apelando al respeto del derecho internacional.

Juan Martín Pérez García, coordinador de Tejiendo Redes Infancia, explicó que el conflicto en Gaza refleja un deterioro de más de 70 años. Criticó el sistema educativo israelí por fomentar una “pedagogía de la crueldad” que normaliza la violencia y militariza la percepción de los niños sobre el mundo.

“Es urgente un cambio en la forma de educar para promover la paz. No se puede permitir que se enseñe a vivir en guerra como única forma de existencia”, señaló.

Pérez García y otras voces enfatizan la importancia de educar a los niños y niñas en todo el mundo sobre estos hechos de forma apropiada, para que comprendan su potencial para transformar la realidad y defender los derechos humanos en sus propias comunidades.