Corea del Norte reabre sus puertas al turismo tras cinco años de cierre
Pionyang.- Un grupo de turistas internacionales ha llegado a Corea del Norte, marcando la primera entrada de visitantes al país en cinco años, salvo un grupo de rusos que visitó la región el año pasado. Expertos sugieren que esto podría indicar que Corea del Norte está preparándose para reanudar completamente su turismo internacional, buscando atraer divisas para revitalizar su economía.
La agencia de viajes Koryo Tours, con sede en Beijing, organizó un viaje de cinco días del 20 al 24 de febrero para 13 turistas a la ciudad de Rason, una zona económica especial. Los viajeros, provenientes de países como Reino Unido, Canadá y Alemania, ingresaron desde China y visitaron fábricas, escuelas y monumentos dedicados a los líderes históricos del país.
Es importante recordar, que desde enero de 2020, Corea del Norte había cerrado sus fronteras a turistas internacionales debido a la pandemia, pero ha comenzado a suavizar estas restricciones desde 2022. En febrero de 2024, el país recibió a unos 100 turistas rusos, sorprendiendo a muchos, ya que se esperaba que los primeros visitantes provinieran de China, su principal socio comercial.
En 2024, aproximadamente 880 turistas rusos han visitado Corea del Norte, según el Ministerio de Unificación de Corea del Sur. Este acercamiento entre Corea del Norte y Rusia se ha intensificado, mientras que los lazos con China se han enfriado.
Antes de la pandemia, el turismo era una fuente importante de ingresos para Corea del Norte, que enfrenta severas sanciones internacionales debido a su programa nuclear. Se anticipa la apertura de un nuevo sitio turístico en la costa este en junio de este año. Expertos señalan que el regreso de turistas chinos será crucial, dado que representaban más del 90% del turismo internacional en el país antes de la pandemia.
Sin embargo, las restricciones impuestas a los viajeros, como la obligación de estar acompañados por guías locales y la prohibición de fotografiar ciertos lugares, podrían limitar el desarrollo de la industria turística. Además, el caso del estadounidense Otto Warmbier, condenado a trabajos forzados durante su visita en 2016, sigue siendo un recordatorio de los riesgos asociados al turismo en Corea del Norte.
Se espera que Rason y Pyongyang sean los principales destinos donde el país pueda monitorear y controlar a los turistas extranjeros de manera efectiva.