Caso Cienfuegos, un punto de quiebre en la relación militar México-EUA
México.- El caso del general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional de México, volvió a estar en el centro del debate político en Estados Unidos. Su detención en octubre de 2020 fue interpretada como una jugada del entonces presidente Donald Trump para mejorar su posición en las encuestas previas a las elecciones del 3 de noviembre.
La detención generó tensiones diplomáticas y obligó a la Casa Blanca a reevaluar su relación con México, particularmente en términos de dependencia y colaboración en materia de seguridad. En ese momento, se destacó que el vínculo militar era uno de los principales intereses de la comunidad de seguridad nacional estadounidense respecto a México.
Desde la Revolución Cubana, las fuerzas armadas de ambos países habían mantenido una relación profesional y equilibrada, sin mayores presiones ni condicionamientos. Sin embargo, el discurso antimigrante de Trump, que le había dado impulso en las elecciones de 2016, se intensificó nuevamente en 2020, como parte de su estrategia para reconectar con sectores críticos de México.
Ante el arresto de Cienfuegos, el presidente Andrés Manuel López Obrador reaccionó con firmeza, pero la respuesta de funcionarios estadounidenses fue evasiva. Esto llevó a Trump a ordenar la liberación del general y su regreso a México.
El caso evidenció los límites de la estrategia estadounidense en materia de combate al narcotráfico. Aunque Trump había mostrado interés en negociar directamente con cárteles mexicanos y realizar operaciones unilaterales en territorio nacional, la resistencia del Ejército mexicano, de carácter nacionalista, frenó cualquier intento de intervención extranjera.
La detención y posterior liberación de Cienfuegos marcó un punto crítico en la relación bilateral, consolidando la postura del Ejército mexicano de rechazar cualquier acción militar por parte de Estados Unidos en su territorio.