por California y Texas avanzan en redistribución de distritos con impacto en equilibrio político nacional
EUA.- La Legislatura de California aprobó este jueves una medida que busca modificar el mapa de distritos congresionales del estado, en respuesta a iniciativas similares impulsadas por republicanos en Texas. Ambos procesos podrían alterar significativamente el equilibrio de fuerzas en la Cámara de Representantes federal.
En Texas, la Cámara de Representantes estatal aprobó un nuevo mapa que podría favorecer al Partido Republicano en al menos cinco escaños, principalmente afectando distritos con mayoría latina y afroamericana. El plan avanza hacia su aprobación final con el apoyo del gobernador Greg Abbott.
Paralelamente, California -estado con mayor número de distritos congresionales (52)- busca contrarrestar este movimiento mediante una propuesta que favorecería al Partido Demócrata en un número similar de escaños. El gobernador Gavin Newsom lidera esta iniciativa, que requerirá aprobación ciudadana mediante referéndum debido a que, desde 2010, la redistribución de distritos corresponde a una comisión ciudadana independiente.
El proceso californiano ha generado debate sobre los costos de elecciones especiales en un contexto de ajustes presupuestarios estatales. La Corte Suprema de California rechazó recientemente un intento republicano de detener la iniciativa demócrata.
Expertos señalan que estas maniobras reflejan la intensa batalla por el control legislativo federal. Miguel Tinker Salas, profesor del Pomona College, señaló que estos esfuerzos responden a preocupaciones sobre el desempeño electoral en futuros comicios.
Ambos partidos se preparan para desafíos legales. Mientras los republicanos texanos tienen vía libre para implementar sus cambios, los demócratas en ese estado han anunciado que llevarán el caso a los tribunales. En California, el proceso dependerá de la aprobación ciudadana en las urnas.
La redistribución de distritos, que normalmente ocurre cada diez años basándose en datos censales, se ha convertido en un campo de batalla político crucial para las elecciones de 2026, 2028 y 2030.
