Sonia Infante, heredera de gran porte, belleza y talento
México.- La actriz mexicana Sonia Infante, quien falleció este martes a los 75 años, será recordada por sus destacadas interpretaciones en Su excelencia (1966), Toña Machetes (1985) y Por tu maldito amor (1990), así como su porte y belleza.
Sonia Angélica Infante López, nació en febrero de 1944 en Morelia, Michoacán. Hija de Consuelo López y Ángel Infante, hermano de Pedro Infante, “El ídolo de México”, motivo por el cual la actuación corrió por sus venas desde pequeña.
Para 1960, hizo su debut de la mano del cineasta Fernando Cortés en Dormitorio para señoritas, en la que compartió créditos con Manolo Fábregas, Mapita Cortés, Lorena Velázquez y Manuel “El Loco” Valdés.
Tras ello, las oportunidades se incrementaron y se convirtió rápidamente en una de las actrices más reconocidas de la década, tan sólo en los 60, participó en más de 50 películas: Las leandras, Cazadores de cabezas, Muerte en la feria, Ay, Jalisco no te rajes y La soldadera, entre ellas.
En 1967, año en que estrenó siete largometrajes, decide retirarse de los escenarios y enfocarse en su vida personal, esto tras casarse con el productor y empresario Gustavo Alatriste, con quien tuvo dos hijos: Pedro y Ángela Alatriste.
Para 1982, se divorció y reapareció en las pantallas con Aquel famoso Remington y además de actuar comienza a producir La casa de Bernarda Alba, Toña Machetes, misma que también protagoniza, así como Los placeres ocultos.
Pero sigo siendo el rey, Mujer de fuego, Los placeres ocultos y Por tu maldito amor, forman parte también de su filmografía.
Asimismo, en la década de los 80 vuelve a contraer nupcias, ahora con Andrés García, de quien se divorcia tiempo después.
Sonia Infante, quien murió víctima de un paro cardiaco, luego de permanecer varios días hospitalizada en la ciudad a causa de una parálisis en el cuerpo, actuó por última vez en 2007 en la cinta Sin miedo a la muerte.
De acuerdo con su hermano Toño Infante, Sonia no volvió a aparecer en ninguna producción televisiva o cinematográfica debido a que, por su edad y la enfermedad que padecía, no le ofrecían personajes.
En respuesta a su última voluntad, sus restos serán cremados y no habrá velorio en su honor. Sus hijos aún no deciden el lugar en el que se depositarán sus cenizas.