Santuario del Desierto… de recinto religioso a verdadero tianguis.
SLP.- Más que venerar a la Virgen de Guadalupe, el Santuario del Desierto se convirtió en una verbena, en donde se venden veladoras, todo tipo de antojitos, artesanías, rosarios, cadenas, pulseras colguijes e incluso hasta masajes a la vista del público y no podía faltar la venta de cerveza que se ofrece en cada uno de los puestos a lo largo del camino hasta el Santuario.
La fe también tiene precio, y esto lo aprovechan personas de los ejidos de Guadalupe y la Cruz, ya que para llegar al Santuario piden una cooperación de 20 pesos, indican que la misma es para mejorar los caminos que son de pura terracería.
También se ofrecen estacionamiento que va de los 20 pesos hasta los 45 pesos.
El Santuario del Desierto de Nuestra Señora de Guadalupe es un oasis, tanto para la fe, como para el viajero que la descubre, aparece de repente casi en medio de la nada, como una construcción a la vista, de la cual sobresalen sus dos torres.
A lo largo del trayecto se observa, autobuses urbanos, camionetas, carros y motocicletas, también peregrinaciones que van tocando el tambor y danzando soportando los intensos o rayos del sol.
En esta ocasión se instalaron más de 100 puestos ambulantes con los giros propios de la temporada.
Este 12 de diciembre como cada año, miles de personas visitan el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, porque también hay gente que va con fe a pagar una manda y lleva a la morenita en su espalda.
Por: Rita Contreras