México.- El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard dio a conocer que a partir de este martes iniciará el despliegue de los elementos de la Guardia Nacional en la frontera sur de México, para respaldar las acciones que realicen las autoridades de migración.
En conferencia de prensa donde el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la creación de la comisión especial para atender el tema migratorio, negó que la presencia de los efectivos de la corporación signifique una militarización de la frontera, pues “lo que hace la Guardia Nacional es respaldar las acciones de la autoridad civil, que es migración”.
“La militarización querría decir que vas a ser agresivo, que vas a violentar derechos. No es el objetivo. La Guardia Nacional tiene una serie de preceptos en la ley que están aprobados, que se tienen que respetar y la función principal aquí sería migración”, apuntó.
En este contexto, dejó en claro que si esta política “se tratara de que Estados Unidos determinó unas líneas y nosotros las tenemos que seguir, no habría habido negociación ni nada”, y que el propósito es “regular el flujo migratorio de acuerdo a nuestras leyes y a los compromisos que tenemos a nivel internacional y de acuerdo a los principios que tiene este gobierno”.
Enfatizó que la función principal es integrar las condiciones de la Guardia Nacional en la frontera sur, “empezando ya”, y acelerar que se integren para respaldar las instituciones de migración, que fue uno de los compromisos que adoptó México en la negociación con el vecino país del norte.
En este sentido, indicó que será Francisco Garduño, comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Reinserción Social, quien tenga la responsabilidad de hacer los enlaces con las diferentes áreas que intervienen en migración.
Expuso que “el punto principal es registrar a las personas, dialogar con las personas y determinar las diferentes opciones que se tienen que manejar con alguien que está en una situación de migración”.
El canciller también afirmó que el subsecretario de Bienestar, Javier May, tendrá a su cargo el área de Desarrollo y Bienestar, cuyo objetivo es que los migrantes que decidan quedarse en México reciban “una atención correspondiente a nuestra forma y a nuestra estrategia de gobierno, es decir, de darles un trato humanitario”.
A su vez, el subsecretario de Empleo de la Secretaría del Trabajo, Horacio Duarte, tendrá la tarea de organizar el plan inmediato para la atención a migrantes en espera de asilo en el norte del país, ante las gestiones que tienen que realizar para obtener una audiencia en Estados Unidos, y que tengan el respaldo de las autoridades locales y dependencias federales.
En este sentido, informó que a la fecha hay poco más de 10 mil personas en esta condición, pero “si tenemos suerte en lo que estamos haciendo, ese número no crecerá desproporcionadamente, pero hay que prever su atención, hay que estar ahí”.
Además, destacó que uno de los objetivos de la comisión especial es un sistema de gestión migratoria regional para que todos los países de origen de los migrantes tomen su responsabilidad, pues “México no puede tomar todas las responsabilidades; tiene que ser compartida”.
Ebrard Casaubon recordó que México siempre ha mantenido una política de migración generosa, en la que cuando una persona pide asilo y busca la condición de refugiado, inmediatamente se inicia el proceso, pero que eso no significa que no se deba tener un control en la frontera.
“Lo que no podemos hacer, nada más para que valga la pena y tenerlo claro, es tener una buena relación con nuestro vecino del norte y que pasen miles y miles de personas que ni siquiera están registradas. Eso no existe en ningún país del mundo”, dijo.
Enfatizó que eso “no quiere decir que estemos abandonando nuestros principios, nuestra forma de ver las cosas”, pero que quienes transiten por el territorio mexicano “tienen la obligación de decirnos quiénes son, a qué vienen, tenemos que ver de qué nacionalidad son” o si buscan asilo por razones políticas y ejercer lo que la ley dispone.