Tras perder el trabajo, desde los cruceros pide Martín apoyo para costear operación de su esposa
- Ella es paciente renal y podría perder la visión.
SLP.- Él es Martín Pérez Ginez, originario del ejido Santa Gertrudis -correspondiente a Pinos, Zacatecas-.
Solía dedicarse al campo, pero la crisis le alcanzó.
Su esposa sufre una enfermedad renal y adicionalmente tiene un serio problema en el ojo.
Solo ellos se tienen y al cuidarle, difícil ha sido para Martín conservar los empleos. Ya que constantemente se traslada con ella para que reciba atención.
En las calles y cruceros, Martín pide apoyo a quienes pasan.
Su esposa ya perdió la visión en un ojo y ahora él solicita ayuda para pagar una operación que permita que ella vea en el otro.
Por medio de una fundación se le notificó que el costo de la cirugía superaría 23 mil pesos.
Ésta ha sido reprogramada varias veces al no conseguir la cantidad necesaria.
Con el respaldo de la gente en la calle, suele completar el elevado precio de los medicamentos que de alguna manera estabilizan a su esposa.
Pero se requiere más.
Él cuenta que cuando levantaba cosecha, podía solventar un poco los gastos pues vendía maíz y frijol.
Hoy la realidad es otra -especialmente al no llover-.
Martín reconoce que también siente cansancio. Le duelen las rodillas y cada día se expone a la inclemencia del tiempo.
Reitera la solicitud de que la gente se solidarice con su causa.
Aclaró que en su estado de origen se acercó a las autoridades del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia.
Sin embargo, no se garantiza la cobertura de la intervención.
Para quien tenga en sus manos ofrecer ayuda a Martín Pérez Ginez, ha proporcionado el teléfono 44-45-05-66-31.
De igual manera tiene una cuenta en BBVA 4152 3142 0854 6724.
Y es que en San Luis Potosí dijo que también se acercó a las instituciones.
No obstante, la respuesta es que se carece de disponibilidad presupuestal.
De forma simultánea se presentó en Cáritas -donde pudieron brindarle un apoyo de 200 pesos-.
Su asistencia obedeció a la posibilidad de que alguien done medicina como la que su esposa requiere. Pero no ha sido así.
Por: Paulina Rodríguez
