Potosinos y turistas también recorrieron los siete bares
SLP.- Cada año, la Semana Santa abre paso a la reflexión y el sacrificio para los fieles católicos en una ciudad arraigada en la tradición religiosa.
Sin embargo, desde hace años existe una tradición paralela para aquellos que, junto con las festividades católicas, realizan el recorrido de las siete casas, las “beberecuas”, las cantinas del Centro Histórico, donde algunos encuentran en el buen trago su devoción o su alivio al mal de amores.
Así lo relató, Francisco Esparza, quién se considera el organizador de todo este relajo.
“Tenemos 16 años en la visita, la empezamos con unos amigos hace mucho tiempo que no teníamos nada que hacer en semana santa, ha ido creciendo de poquito en poquito, digo en 16 años con eso de que se nos atravesó la pandemia ahí vamos, empezamos aquí siempre los jueves Santos”, platicó.
Todo comienza en redes sociales donde se reúnen los interesados, y es que desde las 11:30 de la mañana se citan para peregrinar por estos establecimientos, simbolizando así el recorrido de Jesús por las siete casas.
El viaje comienza en uno de las cantinas más emblemáticas que tiene San Luis Potosí pues desde 1910, ha curado a miles con su famoso “levanta muertos”, el lugar se encuentra entre las calles de Melchor Ocampo y Avenida Reforma.
A pocos metros se pueden encontrar dos bares más que resaltan por su conocida y pintoresca decoración estilo clásico mexicano, así como por su amplia selección de licores tradicionales.
La ruta continúa con más puntos donde se pueden disfrutar de las auténtica comidas y bebidas mexicanas mientras se acompaña de música en vivo; luego, los visitantes se trasladan a uno de los bares más antiguos de la ciudad, cerca del Museo del Ferrocarril Jesús García Corona.
El recorrido incluye otras cantinas que fungen como un lugar de encuentro de diversas clases sociales y personalidades destacadas; el recorrido culmina con un bar animado de música norteña y moderna, donde los asistentes buscan diversión y buen ambiente.
Con tantos años de por medio, existe un sin fin de anécdotas y aquí les tenemos algunas.
“Híjoles qué anécdotas, son un chorro, pero donde tenemos muchas anécdotas y por cómo era el lugar era el bar El Negro, estaba en Bolívar porque el baño de hombres estaba pegado a la barra, todo mundo te veía, era muy cómico”, dijo.
Continuó: “Ahí en eje vial se nos juntan las señoritas que andan por ahí a echar relajo con nosotros también, un día aquí nos cayó la policía porque creían que éramos antorcha campesina y apenas íbamos a empezar el recorrido, han sido muchas anécdotas…”
Los organizadores proporcionan algunas recomendaciones prácticas, como llevar ropa y zapatos cómodos, así como efectivo para los pagos en cada establecimiento. Además, se recomienda tener precaución con pertenencias personales y respetar las normas de los lugares visitados.
Destacan que el evento es gratuito, bueno, el recorrido es gratuito, el consumo no… Se realiza solo una vez al año, invitando a todos a disfrutar de esta tradición única en la ciudad.
Por: José Luis Vázquez