Caída de Assad debilita a Hezbolá
Beirut.- Hezbolá atraviesa un periodo de debilitamiento significativo, lo que ha reducido su capacidad para apoyar al expresidente sirio Bashar al Assad frente a la insurgencia que lo derrocó rápidamente. Durante los 14 meses de conflicto con Israel, el grupo sufrió graves pérdidas humanas y materiales. La caída de Assad, con quien mantenía fuertes lazos con Irán, interrumpió una ruta clave de contrabando de armas a través de Siria, debilitando su infraestructura logística.
Este retroceso estratégico tendrá repercusiones importantes en Líbano, donde Hezbolá ha sido un actor político central durante décadas. Además, afectará a Irán, que ha utilizado al grupo como un intermediario clave para extender su influencia en Oriente Medio. Para Israel, la situación representa un cambio estratégico, ya que su enemigo en la frontera norte se encuentra en su momento más vulnerable en años.
El debilitamiento de Hezbolá se hizo evidente a principios de diciembre, cuando los insurgentes capturaron la ciudad de Homs. Aunque se esperaba una resistencia feroz del grupo, similar a la mostrada en 2013 para defender a Assad, Hezbolá no pudo responder con fuerza. La muerte de varios de sus líderes, incluido Hassan Nasrallah, en ataques aéreos israelíes, así como la destrucción de su infraestructura militar, dejó al grupo en desorganización.
Sin el apoyo estratégico de Rusia e Irán, que también enfrentan restricciones, Hezbolá se vio obligado a replegarse, permitiendo que Assad fuera derrocado rápidamente.
En respuesta al cambiante panorama, Israel ha movilizado tropas hacia una zona desmilitarizada cerca de los Altos del Golán, describiendo esta acción como una medida de seguridad temporal.