SLP.- Con la advertencia de que sus hijos no son conejillos de Indias y pueden tener una regresión por una decisión negligente, usuarios de lo que solía ser el Centro Estatal de Diagnóstico y Capacitación Autismo DIF interpondrán una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y promoverán un amparo, una vez que el personal fue dado de baja, con la intención de que el Instituto Temazcalli absorba el servicio.
Como vocera de quienes conformaban la plantilla de trabajo, Mariana Hernández Noriega explicó que meses atrás los contratos dejaron de renovarse.
Después se aplicó un recorte salarial y finalmente se procedió a la destitución.
Desde 2016 que arrancó el proyecto, se diagnosticó a más de 800 personas y una vez creado el sitio, en la capital se manejaron alrededor de 180 expedientes.
La Secretaria General de la Fundación Gilberto Rincón Gallardo, Catalina Torres recordó que una determinación unilateral contraviene la Convención de los Derechos de las personas con discapacidad.
Las mamás de los infantes atendidos, dieron su testimonio.
Grace Ivón Lugo Vargas advirtió que el personal del Instituto Temazcalli no está calificado.
Aclaró que se cuenta con el método, no la experiencia.
Cuestionó diversas inquietudes a los ahora responsables y no supieron responder.
Para colmo, los expedientes clínicos de sus hijos fueron extraviados.
Recordó que cuando falta preparación se corre el riesgo de un mal diagnóstico, como había ocurrido en el Centro Educativo El País de las Maravillas, donde atendían estudiantes.
Luz Elena Hernández también lo vivió.
En tanto, Irma Leticia Ortíz reveló que para acceder a terapia en el Instituto Temazcalli se le obligó a firmar un formato sobre tratamiento y medicina que realmente corresponde a personas con adicciones y problemas como anorexia o bulimia -no autismo-.
Por: Paulina Rodríguez