Tras casi 11 años, despiden a operador del trenecito en SLP y solo recibió 200 pesos.
SLP.- Don Arturo Martínez tiene 51 años de edad y se desempeñaba como el operador de un conocido trenecito que recorría diariamente los pasillos de una plaza comercial en la capital potosina, una actividad que resultaba atractiva para los grandes y pequeños que visitaban el lugar.
Lamentablemente Don Arturo es víctima de la actual pandemia de Covid-19 al perder su trabajo y la fuente de ingresos con la que su esposa Sandra y él subsistían día a día, una labor que solo le generaba alrededor de mil 300 pesos quincenales y que realizaba sin contar con algún tipo de prestación.
“Era el operario de un tren muy conocido que estaba en Plaza Tangamanga dando un momento de alegría, más que nada de alegría y que se olvidaran un poco de los problemas”, dijo
Platica que desde que se dio a conocer el primer caso de Coronavirus en la entidad potosina este pasado 13 de marzo, el flujo de personas en su lugar de trabajo fue disminuyendo paulatinamente, uno de los factores que abonó a su despido.
De manera repentina, la noticia sobre la venta de su principal herramienta de trabajo, el trenecito, se hizo tendencia en redes sociales por la iconicidad que este representa, situación que desconocía don Arturo pues en su casa no cuenta con el servicio de internet o con algún dispositivo inteligente.
Fue el 22 de abril cuando él y su familia se enteran que los dueños del trenecito pusieron en venta la principal herramienta de su ocupación y el día en que solamente le dieron las gracias y 200 pesos por casi 11 años de trabajo y esfuerzo.
Don Arturo y su esposa afirman que prácticamente los dejaron desamparados pese a ser dos personas vulnerables en la actual situación que se vive en el país.
“Hay que aclarar que el trenecito no es mío, yo era el operador o trabajador del tren, ni ese tren es particular, tampoco era de la plaza y bueno se presentó ahorita el caso de la contingencia que estamos padeciendo y aunado a que había baja afluencia en la plaza… Yo le platicaba a mi jefe que me dejara hasta que aguantara porque yo era el que me juntaba el sueldo, ellos no me iban a pagar; además de que por otra parte no había ninguna prestación pero yo era el que me juntaba el sueldo… Yo traté de estar en comunicación con ellos a veces no contestan y el 22 me habla mi jefe y me dice que hay que sacar el tren del centro comercial y platicamos qué se podría hacer con respecto a mí, fui me presenté con él y se sacó el tren del centro comercial y se llevó a un domicilio conocido de la dueña… Yo le preguntaba a mi jefe que qué iba a hacer conmigo, qué iba a pasar con su servidor y pues bueno, lo que me dijeron fue que le buscara por otra parte porque no sabían en qué iba a parar esto y solo me dio una ayuda de 200 pesos”, detalló.
Actualmente, Sandra y Arturo recorren la ciudad entregando solicitudes de trabajo pues no cuentan con un ingreso fijo: pizzerías, jugueterías, televisión, bibliotecas, son algunos de los lugares donde buscan una oportunidad de crear sonrisas en los jóvenes.
“Solicitudes de trabajo porque uno es el jefe de familia y pues parte de mi familia no crea que están muy de acuerdo, yo lo particular soy economista pero llevo casi 20 años en negocios relacionados con chavos, estuve en pizzerías, en venta de libros para niños, restaurantes y luego se presentó lo del trenecito que para mí en lo particular es mágico”, expresó.
Comentó que gracias a la ayuda de algunas personas han tenido alimentos en su mesa, situación que agradeció de manera enfática.
“En nombre de mi familia quiero dar las gracias y bendiciones a todas las personas que han estado al pendiente de este operador de este loco operador que lo único que hacía era animar y volver a animar para que pasaran todos un muy bonito rato… Hay un lema qué decía San Juan Bosco, tristeza y alegría afuera de trabajo de la casa mía, pero que vengan todas las risas, estamos aquí a sus órdenes”.
Al final de la entrevista y con voz entrecortada, Don Arturo pidió la oportunidad de dar los últimos vítores a niños y madres de familia como el operador del conocido trenecito de San Luis Potosí.
Por: José Luis Vázquez