SLP.- En agosto, San Luis Potosí fue sede de la Sesión Plenaria de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), evento en el que se presumió un acuerdo entre mandatarios de distintos estados, pero acentuó los roces entre perfiles inconformes con el Ejecutivo Federal.
A la sesión señalada asistió el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador y la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Antes del evento, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón advirtió que ahí nada se resolvía y asistía porque tenía seis meses tratando de hablar con el Jefe del Ejecutivo Federal.
Como parte de los resultados presentados de manera oficial sobre la actividad de carácter privado, se insistió en el consenso entre administraciones estatales y la Federación sobre la operatividad de lineamientos del semáforo epidemiológico.
Asimismo se difundió la firma de dos convenios.
Por otro lado, la Federación prometió recursos prácticamente ilimitados para fortalecer al sector salud.
Desde la Secretaría de Gobernación se descartó crisis financiera.
En su momento se dijo que un acuerdo había sido promover la discusión de la Hacienda Pública y Coordinación Fiscal por medio de la Comisión Permanente de Funcionarios Fiscales.
Fue asegurado que las participaciones se entregarían completas y puntualmente -en lo que fue un año de señalamientos por la drástica disminución de ingresos-.
Las dificultades económicas prevalecieron en la conversación, al plantearse que con la banca de desarrollo podría reestructurarse la deuda en las entidades y facilitarían créditos.
La reunión programada en la capital potosina pudo considerarse la antesala del quiebre de la CONAGO, a través de la Alianza Federalista.
Por: Paulina Rodríguez