Recientes lluvias inundaron casas en la frontera de la Capital y SGS.
SLP.- La misma historia de impotencia, coraje y en algunos casos resignación, cuentan habitantes en el límite de San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez cada que se registran precipitaciones.
Se convierte en tierra de nadie y la atención es selectiva.
En lugar de poderse resguardar, la realidad les pega: su casa se va a inundar.
Adiós muebles y electrodomésticos.
Hola problemas con la vivienda -porque el agua sube hasta 1.50 metros-.
Quienes cuentan con una casa de dos plantas, a subir sus pertenencias. Los que no, arréglense como puedan.
Esta semana fue notorio cómo una calle basta de división.
Define si se brinda ayuda o no; si se es prioridad o el caso puede esperar.
Unidades, camionetas, bombas… personal con uniforme de distintas dependencias se enfocaron en La Esperanza -del lado de la capital-.
Aunque el hartazgo es generalizado, por la necesidad de solución definitiva.
Cruzar la acera hacia la parte de Soledad permitió ser testigo de la ausencia de autoridad.
Ya que en el fraccionamiento Vizcaya también pasaban una situación compleja, pero Interapas les ignoró.
La respuesta a la par ha sido nula en el Ayuntamiento de Soledad de Graciano Sánchez.
La labor de las autoridades funcionó en San Luis, pero el agua siguió su curso hacia el vecino municipio.
Algunos intentaban destapar las alcantarillas; otros colocaron costales al exterior de su vivienda para frenar el agua.
Por: Paulina Rodríguez