- La exposición reúne instantáneas tomadas por al menos 20 fotógrafos marroquíes que quieren expresarse
Marruecos.- El primer museo dedicado exclusivamente a la fotografía abre sus puertas en Rabat con una muestra que reúne las imágenes tomadas por al menos 20 fotógrafos marroquíes.
«Es la fiesta de la fotografía», dijo a la prensa el presidente de la Fundación Nacional de Museos, Mehdi Qotbi, quien añadió que este museo estará destinado a los jóvenes como «su propio espacio para expresarse».
Qotbi explicó que este museo es un mensaje «para sacar a la juventud del oscurantismo a la luz», y es también una forma de «democratizar el arte» al acercar esta expresión artística al público marroquí.
El museo, que se encuentra en una fortaleza del siglo XIX situada en la costa de Rabat a unos 800 metros de la Casbah de los Udayas, será gratuito al público los primeros quince días.
En la muestra inaugural que va a durar cuatro meses, la Fundación Nacional de Museos ha dado «carta blanca» al joven fotógrafo marroquí Yasin Alaui Ismaili (con nombre artístico Yorias) para elegir el grupo de fotógrafos que van a exhibir sus instantáneas.
Ismaili explicó, en declaraciones a la prensa durante la inauguración de la muestra, que ha querido escoger a fotógrafos marroquíes reconocidos a nivel internacional (como Kilito M’Hammed, Benzaquen Déborah, entre otros), otros emergentes, además de nuevos talentos.
«Quería juntar a todos estos fotógrafos para poner de relieve su dinamismo, su competencia y complementariedad, y así apoyar la transición de una generación a otra», aseguró Ismaili.
Las instantáneas, que se exhiben en diferentes tamaños y tomadas por cámaras profesionales y hasta con teléfonos móviles, no tienen una temática determinada pero todos giran, según los organizadores del acto, en torno a la vida cotidiana de los fotógrafos, el barrio y la familia, el país y la cultura.
Murad Fedouache, de 19 años y uno de los fotógrafos que exhibió hoy por primera vez sus fotos en este museo junto a otros nuevos talentos, dijo a Efe que comenzó a tomar fotos hace dos años con su teléfono móvil en un zoco popular en Kenitra (a unos 40 kilómetros al oeste de Rabat) cuando vendía calabazas con sus padres.
«El movimiento de la gente me atraía y quería contar eso a través de la imagen. Empecé primero a tomar fotos en modo selfi porque el objetivo de la cámara del teléfono entonces estaba roto», contó.
Este museo de la fotografía forma parte de una serie de proyectos programados por la Fundación Nacional de Museos que contempla también este año renovar e inaugurar el museo de música en Meknés y otro en Tetuán.