
Por coronavirus, Pekín se convierte en una ciudad desierta
- Centros comerciales y calles de la capital china, de 20 millones de habitantes, lucen vacíos en plenas festividades del Año Nuevo lunar
China.-En un restaurante de Pekín, un cartelito asegura: “Este establecimiento ha sido desinfectado hoy”. Pero no hay ningún cliente a la vista: la epidemia del nuevo coronavirus siembra el pánico, y los chinos han desertado tiendas y lugares públicos.
Los centros comerciales de la capital, habitualmente muy concurridos, están vacíos. Solo algunos vehículos se aventuran en las silenciosas avenidas, dándole a la megalópolis de 20 millones de habitantes un aire de ciudad fantasma, en plenas festividades del Año Nuevo lunar.
Ante una epidemia de neumonía viral que se acelera, con 132 muertos y cerca de seis mil pacientes contaminados, las autoridades alientan a la gente a quedarse encerrada en casa, y si salen, a portar una mascarilla.
El ambiente de ansiedad no incita a poner un pie fuera. En las estaciones de metro, se efectúan controles de temperatura realizados por agentes en combinación de protección integral.
La temperatura corporal es igualmente vigilada en estaciones de tren, hoteles, comisarías… y hasta en los complejos residenciales, en cuyas entradas un termómetro es impuesto en la frente de las visitantes.
En este contexto, es difícil para el centro comercial Taikoo Li, en el este de Pekín, atraer a clientes.
Solo algunos de ellos deambulan por el centro, en medio del olor intenso de los productos desinfectantes. En todas partes, los carteles instan a los visitantes a cubrirse el rostro.
Muchas tiendas están cerradas. El restaurante de carne braseada Hao Lu Wei sigue abierto, pero pese a su promesa de limpieza intensiva, nadie ocupa una mesa.
“Cuando hagan sus compras, asegúrense que en su tienda ha sido realizada una profunda desinfección. ¡Feliz año!” afirma un mensaje en la vitrina de una óptica… también desierta.