SLP.- La emergencia sanitaria que se expande por el mundo ha convertido a productos como las mascarillas, los respiradores y los ventiladores mecánicos en bienes escasos y muy codiciados, y cada vez son más las autoridades que reportan haber sido víctimas de prácticas legales, aunque no muy decorosas, que han dejado a sus ciudadanos sin los artículos que necesitaban para poder afrontar la pandemia.
En Francia, se habla de una “guerra de las mascarillas”, después de que se diera a conocer la noticia de que tres gobiernos regionales habían perdido pedidos ante compradores estadounidenses que ofrecieron pagar más y en efectivo.
En ese marco surgía una denuncia similar en Alemania y esta vez, apuntaba explícitamente al gobierno de EE.UU. Las autoridades del país europeo acusaron en un principio a Washington de “confiscar” en Tailandia un cargamento de 200.000 mascarillas comprado para la policía de Berlín.
Aunque la Casa Blanca rechaza que su país esté confiscando material fuera de su territorio ni entorpeciendo este tipo de operaciones.
La pandemia de covid-19, que ya afecta a más de 1,5 millones de personas, está minando la confianza entre Estados y ha puesto en tela de juicio la unidad de organismos como la propia Unión Europea, donde muchos países han cerrado sus fronteras.
Además, otras reglas de la economía de mercado, como la de vender al mejor postor o dar preferencia al cliente que más compra, siguen más que vigentes.
Esto representa un problema para países de Latinoamérica, ya que no están comprando en volúmenes grandes estos productos de equipos de protección individual, por lo que no se entra con fuerza al mercado global, y como los expertos analizan, no los dejan fuera, pero si al último de la fila.
Por: Germaín Santos