SLP.- Asaltos, robo a casa-habitación, violaciones, incendios y muertes reportan continuamente habitantes del Barrio del Montecillo, ya que las fincas abandonadas son aprovechadas por delincuentes, quienes con pistola o machete brincan a casas aledañas, donde hacen de las suyas.
Hay propiedades tanto en Chicosein, como en Valentín Amador -es decir, a la altura de la zona de transferencia- e intestadas fueron dejadas a su suerte por décadas.
Las señaladas en Chicosein ya se caen a pedazos. Significa doble riesgo: o se es víctima de la delincuencia o por un derrumbe.
Como parte de un Comité de vecinos, Gloria Romero Quilantán indicó que a través del Ayuntamiento Capitalino se contactó a los dueños, pero nada hacen.
Sostuvo que las fincas están protegidas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y se deshicieron a raíz de que se intervino en la zona de transferencia.
Pero violencia es lo que sobresale en el área donde diariamente vecinos alertan a las autoridades de hasta una decena de incidentes.
En aquellos complejos donde no se tiene rastro de los dueños, se han organizado para soldar en conjunto y evitar que los delincuentes se brinquen.
No obstante, cuando se alerta a la autoridad y se detiene a los responsables, José Luis Alonso Villanueva -quien también conforma el Comité- revela que casi en un parpadeo están de vuelta en la calle.
Lo que se suma a la detección de personas centroamericanas que consumen drogas.
Advirtieron que muchos maleantes operan en el Jardín Escontría o agreden a los usuarios del transporte urbano.
Al término se esconden en sitios aledaños a la zona de transferencia.
En Valentín Amador, otra casa es ocupada por malvivientes.
María Agustina Torres Gallegos pidió a las autoridades dar una solución definitiva.
Por: Paulina Rodríguez