SLP.- Las pruebas de tamiz auditivo y neonatal son importantes como complemento en el desarrollo de la infancia, especialmente al proveer seguridad, buena alimentación y otorgar estimulación temprana.
También que se apliquen vacunas y exista lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida; la introducción de alimentos apropiados para la edad y seguros a partir de entonces.
La lactancia materna deberá durar al menos hasta los dos años.
Hasta los cinco años se adquieren habilidades, conocimientos y conducta que influye en el desempeño escolar, emocional y social.
En los Centros de Salud se aplica una prueba para determinar el desarrollo desde un mes hasta antes de la edad previamente mencionada.
Los ejercicios son fáciles de integrar en la rutina diaria desde el nacimiento a los tres meses. Como al emplear una pelota roja de cinco centímetros de diámetro, un juguete u objeto llamativo que no produzca sonido ni emita luz.
Puede colocarse a 20 centímetros del rostro del bebé para que le distinga y posteriormente moverlo hacia arriba, abajo y de forma circular.
Otra actividad es recorrer el cuerpo del bebé con una toalla, brocha o algodón y se le habla por su nombre, sin apodos.
Entre los cuatro y seis meses de nacidos, la mayoría de los ejercicios puede realizarse con el bebé boca arriba, sobre un tapetito o cobija.
Es posible emplear otro cobertor o sábana en forma de cuña para mantenerle semisentado.
Se sugiere colocar un juguete llamativo un poco alejado y animarle a alcanzarlo. No importa si no logra agarrarlo, sino permitir que juegue con él.
A la par, puede realizarle masajes en las manos, dibujarle círculos en la palma, acariciar y después estirar suavemente cada dedo de sus manitas.
Por: Paulina Rodríguez