SLP.- Tan solo en abril, la industria automotriz dejó de producir y vender 98 por ciento y apenas una parte logró trabajar, porque países como México no le declararon esencial.
En el escenario más severo de la pandemia, el segmento ha perdido 21 por ciento de su capacidad.
Lo anterior fue expuesto por el presidente de la Asociación Mexicana de Manufactura de Moldes y Troqueles (AMMMT) Eduardo Medrano, en el marco de la conferencia denominada “Nueva normalidad y arranque de operaciones tras la pandemia por COVID-19”.
Dio como antecedente un par de años de incertidumbre, la polarización de corrientes políticas; y a nivel nacional la improvisación o carencia de un plan industrial y económico de largo plazo -que afectó la inversión-.
Así, afirmó que deben tomarse en cuenta disrupciones tecnológicas y de consumo, por ejemplo en la electrificación de autos.
Dos mil componentes de vehículos a gasolina van a tender a desaparecer y los eléctricos tomarán sitio.
La industria obedece a un comportamiento con base en ciclos, de ocho a 12 años.
Con el paso del tiempo, la producción mundial se acercó a 100 millones de unidades en 2017 y de ahí, hubo declive.
En el ámbito global, el impacto en la producción alcanza 28 por ciento.
Y para registrar apenas un nivel de 90 millones de coches -como en 2016-, tendrán que pasar dos años.
El presidente de la Asociación Mexicana de Manufactura de Moldes y Troqueles (AMMMT) aclaró que la situación del COVID-19 prevalece y la industria continúa en el nivel más bajo de prioridades, el problema podría extenderse a 2024.
Recordó que las ventas han caído de 30 a 80 por ciento.
Mientras, los gobiernos reportan menor recaudación y adoptarán una actitud impositiva.
Pronunció que seguirá un replanteamiento de las cadenas de suministro; aunado a que se puede digitalizar tanto la manufactura como sus procesos.
Ello implicará un cambio en la relación con el cliente.
La tendencia se modificará porque la interacción solía darse en 95 por ciento de persona a persona y lo restante por e-mail, WhatsApp, llamada o videollamada.
Ahora la interacción personal se dará en 30 por ciento; en tanto 70 por ciento, digital.
Por: Paulina Rodríguez