Corea del Sur elevó su alerta de coronavirus al “nivel más alto” al reconocer que la situación alcanzó un punto crítico, luego que este domingo reportó 46 nuevos casos contagiados con el patógeno, elevando a 602 el número total que incluye cinco defunciones.
El Ejecutivo ha decidido activar el protocolo después de que el número de contagios se haya multiplicado por 17 en los últimos cinco días, especialmente en torno a la ciudad de Daegu, en el sureste del país.
“El problema del COVID-19 ha alcanzado un punto de inflexión”, dijo el presidente surcoreano, Moon Jae-in en la reunión celebrada con miembros de su Gabinete para activar el nuevo nivel de alerta.
Moon advirtió que los próximos días serán muy importantes e insistió en que se tomen las medidas más contundentes para contener la infección.
Es la primera vez en 11 años que el país, conocido por sus estrictas medidas de cuarentena, aumenta su alerta contra un virus al nivel “grave”, el más alto del sistema de cuatro niveles, desde que tomó la misma medida contra el virus de la influenza A subtipo H1N1.
El presidente explicó que las autoridades sanitarias están adoptando medidas “especiales” con respecto a los miembros de la secta Shincheonji, considerada actualmente el principal foco de infección en el país.
De las 602 infecciones contabilizadas en Corea del Sur, más de 300 están ligadas a este grupo, después de que celebrara una multitudinaria celebración religiosa en su sede de Daegu, a 300 kilómetros al sureste de Seúl.