SLP.- La intención de habilitar una ciclovía en la avenida Venustiano Carranza comenzó en marzo de 2020 con el retiro de 22 parquímetros -del tramo que abarca Uresti a Terrazas-.
Desde el Ayuntamiento de la Capital se determinó reubicar los aparatos y prohibir que las unidades se estacionaran en el área, con el argumento de que era parte de convertirle en verdadero corredor cultural.
Casi dos meses después, las autoridades insistieron que estaban por “socializar” el tema, mientras el sector organizado manifestó que no era prioritario y junto la pandemia podría hacerse mucho daño.
También fue reprobado que con gran antelación se hubiese impedido a automovilistas estacionarse y apenas se pretendiera platicar la situación con quienes tenían su fuente de sustento en la zona.
En agosto comenzó la habilitación, lo que volvió un hecho la eliminación del espacio de estacionamiento, con intervención únicamente en el sentido del Centro Histórico al Parque Morales “Juan H. Sánchez”.
Inmediatamente, comerciantes dieron rotundo no a la ciclovía.
Advirtieron que sería el camino seguro a la quiebra y aclararon que no se les había consultado.
Recordaron que en el caso de la avenida Himno Nacional por lo menos se cuenta con un carril para dejar las unidades y evitar parálisis en los establecimientos -Venustiano Carranza no-.
Indicaron que la inversión millonaria de la ciclovía debería aplicarse en temas urgentes, como seguridad.
Posteriormente, la organización Nuestro Centro emitió una postura en el sentido de que el Ayuntamiento Capitalino se actuó de forma unilateral y sin sensibilidad de las necesidades de los comerciantes.
A pesar del desplome en las ventas y desesperación de los comerciantes, en la administración municipal se advirtió que no daría marcha atrás.
Efectivamente continuó la obra y en octubre una persona adulta mayor la utilizó. Entre versiones de que aparentemente no había señalética, perdió el control al pasar por un hoyo y se golpeó la cabeza.
Aunque se le trasladó a recibir atención, perdió la vida.
Las historias siguieron entrelazándose a la ciclovía en diciembre, cuando miembros del sector establecido de dicha avenida y tramo, anunciaron que para sobrevivir rifarían bicicletas entre sus compradores.
Puntualizaron que la combinación de contingencia sanitaria con ciclovía derivó en que 20 por ciento de los negocios bajaran sus cortinas.
Por: Paulina Rodríguez