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Canelo, el perro aventurero no se verá más por las calles de San Luis.

SLP.- Canelo, el perro aventurero que a sus cerca de 14 años continuaba el recorrido por la ciudad y especialmente hacía amistad con jóvenes universitarios, ya no regresará a las calles.

Él encarna la expresión de quien gusta andar de pata de perro.

Pero enfermó y este lunes acudió a su primer cita para recibir quimioterapia.

Aunque el tratamiento le permitirá sanar, la recomendación es que a su edad y por diversos riesgos que corre, las odiseas cesen.

Marisol Carranza ha cuidado de Canelo durante seis años. Notó que algo no estaba bien cuando él regresaba a casa, en la colonia Del Valle.

Muchas personas siguen sus pasos y una de ellas alertó que sangraba.

El goteo continuó. Canelo se mostraba decaído y se quejaba.

Se recurrió al Médico Veterinario, Alejandro Villela, quien dio el diagnóstico.

Se hicieron estudios de laboratorio y verificará su estado de salud por medio de muestras de sangre y citologías.

El tumor detectado es de los pocos que pueden tratarse. No obstante, el contagio sería probable si se le permite volver a la calle.

Canelo es como un rockstar, tan solo en Facebook tiene más de 16 mil seguidores.

Quienes le conocen publican sus fotos y videos; y dan referencia del camino que toma.

De forma ordinaria, ha disfrutado convivir con la gente a la altura de Zona Universitaria.

También de jugar con otros animales en el Jardín de Tequis y hacer recorrido por las plazas del Centro Histórico.

Hoy se analiza quién le adopte y que cuente con un espacio amplio para caminar.

De preferencia la persona debe ser joven o muy activa, pues Canelo está listo para salir incluso a las 6:30 de la mañana.

También que tenga facilidad de adquirir alimento especial, debido a las necesidades propias de su edad.

Por ahora, los días de Canelo de dar el rol en solitario o bien, de socializar por su cuenta en la calle, terminaron.

Se verificará su mejoría, que acceda a un buen hogar y que quede en manos de quien tenga con mucho cariño por dar.

Por: Paulina Rodríguez

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