Nueva York.- El gobierno del presidente estadunidense Donald Trump prepara campos de concentración para migrantes, incluyendo menores, para lo cual alista una base militar en Oklahoma que fue un campo de concentración para japoneses-americanos durante la Segunda Guerra Mundial, advirtió el periodista David Brooks.
De acuerdo con un artículo del también corresponsal del diario La Jornada, Trump continúa sin ubicar a miles de niños que separó de sus padres y advierte que mantendrá a familias enteras presas; además, «en violacion abierta de las leyes de asilo nacional e internacional, deportará casi de inmediato a miles más de refugiados a México, mientras continúa sus operaciones de persecución interna de comunidades inmigrantes a lo largo del país».
La crueldad, enfatiza, es la base de la política migratoria del actual gobierno estadunidense, como lo han denunciado defensores de derechos humanos, de libertades civiles, abogados de migración, así como legisladores y políticos.
El periodista señala que la base militar en Oklahoma tendría en reclusión a unos mil 400 niños inmigrantes no acompañados.
El texto de David Brooks cita además que el diario The New York Times reportó sobre el más joven de los niños inmigrantes separados de sus padres: Constantin, un bebé de cuatro meses quien, cuando finalmente fue retornado había vivido ya la mayoría de su vida apartado de sus padres quienes, habían intentando migrar desde Romania (son de la comunidad minoritaria Roma) a través de México. Hasta la fecha las autoridades no han explicado porqué separaron a la familia.
«El hecho de que aún no se sabe el número preciso de niños separados a la fuerza de sus padres después de ser detenidos al cruzar la frontera sigue asombrando a defensores de derechos humanos tanto dentro como fuera del país», señala el artículo publicado en La Jornada.
A pesar de que unas dos mil 800 familias han sido reunificadas bajo orden judicial, a principios de este año inspectores federales reportaron que el gobierno estadunidense habría separado a miles más de lo que antes se registró y por ahora aún se desconoce cuándo, dónde ni quiénes son.
El lunes, ante la sede de la Organización de Naciones Unidas en Ginebra, una delegación que incluyó a Randi Weingarten, la presidenta del gremio nacional American Federation of Teachers, su contraparte Alfonso Cepeda Salas, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), así como activistas de Families Belong Together, llamaron a que el gobierno estadunidense reunifique a todas las familias y repitieron su consigna de “Aulas, no Jaulas”, expone Brooks en su texto.